jueves, 31 de diciembre de 2009

Otro año que se va

El día de hoy en nuestro calendario es el último del año y considero que es un buen momento para reflexionar  en lo que aconteció a lo largo de él, cosas buenas, malas, no tan malas, no tan buenas, ¿que podríamos hacer para remediar en lo que fallamos? o ¿cómo mejorar en lo que creemos que fue acertado?
Si escribiste una lista de propósitos al principio de este  año que termina y no te fue tan mal y deseas hacer otra para el año que inicia hay te pongo algunos  que yo puse en la mía
• Hacer todo lo que sea para la mayor gloria de Dios.
• Hacer mi deber, para el bien de la humanidad en general.
• Nunca hacer nada que no haría, si fuera la última hora de mi vida.
• Estudiar las Escrituras de manera firme, constante y frecuente.
• Preguntarme al final de cada día, semana, mes, y año si hubiese sido posible haberlo hecho mejor.
• Hasta que muera, no actuar como si yo fuera mi propio dueño, sino ser consciente de que le pertenezco a Dios por completo.
En Nehemías 10, el pueblo de Dios hizo un juramento, un voto de que seguirían todos los mandamientos, leyes y regulaciones del Señor. Este juramento fue tan serio que estuvieron dispuestos a aceptar la maldición de Dios si no lograban guardar estos mandamientos.
Nuestras resoluciones no tienen que ser así de serias. Pero cualquier propósito de seguir a Dios no es una cuestión superficial. Más bien, es una declaración solemne y seria que —con la ayuda del Espíritu Santo— podemos renovar cada día.
Demos gracias al Señor por este año que termina

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Recuerda

 Posiblemente en algunas ocasiones has  amanecido con molestias en las articulaciones y con el ánimo apagado y nos preguntamos cómo podemos sacudirnos el letargo y llegar al final del día.Tengo una lesión en los discos lumbares de la columna  y a algunos días he despertado con dolor.
He aquí una idea (a mí me da resultado): Al igual que David, trata de elevar tu agradecimiento a Dios.
Usa tu mente y tu memoria para volver a encender el agradecimiento por todos los «beneficios» de Dios (Salmo 103:2). La gratitud llevará al gozo.

  • Agradece a Dios por Su perdón. El «perdona todas tus iniquidades» (Salmo 103:3), y «ha arrojado a las profundidades del mar todos tus pecados» (Miqueas 7:19).
  • Agradécele por sanar tus enfermedades (Salmo 103: 3). Dios usa las dolencias y los desórdenes para atraerte más profundamente a Su amor y cuidado.
  • Agradécele por ver un nuevo día y coronar tu vida «de bondad y compasión» (Salmo103:4).
  • Agradece a Aquél que satisface tus deseos. Él es tu satisfacción. Cada día, Él renueva tus fuerzas y tu vigor. Luego, tu espíritu puede elevarse y alzar vuelo como el águila (Salmo103:5).

Cada mañana al despertar:«Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios.» (Salmo 103:2). 

martes, 29 de diciembre de 2009

Visión Defectuosa


Cuando era niño tenía que usar lentes. A la edad de 20 años los lentes que usaba parecían fondos de botella, a los 22 años me realice una operación y mi visión mejoro un 99% hasta los 40 años, ya no necesité de lentes. Antes de llegar a esa edad decisiva, mi visión era casi al 100%. Ahora, debido a la degeneración natural de los ojos, uso bifocales. Sin anteojos, mi visión es defectuosa.
Acerca de nuestra «visión espiritual», el apóstol Pablo dijo, « Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara.» (1 Corintios 13:12). La palabra oscuramente (aínigma en griego) implica que nuestras percepciones espirituales actuales en nuestro estado terrenal son defectuosas, en el mejor de los casos.
En el mundo antiguo, las personas no tenían los espejos de vidrio nítido con los que contamos hoy. En vez de ello, los espejos eran hechos de metal pulido y ofrecían un reflejo que era apagado y distorsionado. Lo que se veía en un espejo era sólo una representación imperfecta de lo que sería nítido si se viera directamente.
Si tienes preguntas acerca de lo que Dios está haciendo en tu vida, sigue confiando en Él y buscando la claridad por medio de la oración y Su Palabra.
Por ahora, nuestro entendimiento está limitado (1 Corintios 13:9). Nuestra visión espiritual actual está defectuosa, pero en la eternidad veremos claramente. Veremos a Jesús «cara a cara.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Morir para vivir



Cuando trabaje en un Yonke (venta de refacciones automotrices usadas) nos llegaba mercancía de Canadá, y algo muy característico eran las piezas picadas por la sal que en los inviernos nevados  se pone en la superficie de las carreteras para que sea más seguro viajar sobre ellas. El problema es que la sal carcome el chasis metálico de los vehículos. Así que ir a lavar el vehículo es una práctica  frecuente  de invierno.
Investigando que es lo que usan para disminuir el daño, me entere que en los lugares de lavado las máquinas  rocían un líquido especial por todo el carro. La nota decía que se trataba de un «agente secante», pero eso me sonó raro. Mojar algo para que se seque parece contrario a lo que se espera. Sin embargo, eso es precisamente para lo que esas sustancias químicas están diseñadas. Es un pensamiento contrario a la lógica, una paradoja.
Jesús también lidió con pensamientos contrarios a la intuición al presentar Su mensaje del Reino a Sus seguidores. En Mateo 16:25, dijo: «Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará». Eso no suena correcto. Para salvar tu vida, ¿tienes que perderla? Eso se parece a decir, «para secar algo, ¡mójalo! » Sin embargo, es absolutamente cierto. Sólo cuando muere nuestro yo, encomendando la propiedad de nuestras vidas a Cristo, podemos aprender lo que significa realmente vivir.
Puede que «morir para vivir» parezca ser contrario a la intuición, pero es la clave de la experiencia cristiana.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Cámbiate de nombre


Los nombres son importantes. Muchos padres dedican meses a investigar antes de decidirse por el nombre perfecto para su bebé. A menudo, la decisión final se basa en su sonido, su carácter único o su significado.
Una mujer cambió su nombre original porque no le gustaba. Erróneamente creía que el cambio alteraría su destino. Eso no es algo muy probable, pero para aquellos que confían en Jesús como su Salvador, a partir de ese momento se les identifica por Su nombre. En ese caso sí que acontece una transformación radical.
El nombre de Jesús conlleva una poderosa trascendencia. En Su nombre los apóstoles realizaron milagros (Hechos 3:6-7, 16; 4:10) y echaron fuera demonios (Lucas 10:17). Hablaron y enseñaron en el nombre de Jesús. Bautizaron creyentes en el nombre de Jesús (Hechos 2:38). Y sólo por medio del nombre de Jesús logramos acceso al Padre (Hechos 4:12).
Cuando nos hacemos cristianos, participamos de ese digno nombre. Y cuando seguimos a Cristo, podemos reflejar Su luz en cualquier oscuridad con la que nos topemos, ya sea en nuestro barrio, en nuestro centro de trabajo, o incluso en nuestro hogar. Nuestra oración debe ser que, cuando las personas nos vean, vean a Cristo.
Puede que nuestros nombres tengan significado o trascendencia. Pero llevar el nombre de cristiano transforma nuestras vidas

sábado, 26 de diciembre de 2009

El Gran Terremoto


El Jueves 19 de Septiembre de 1985, un fenómeno sismológico se suscitó a las 7:19 a.m. con una magnitud de 8.1 grados en la escala de Richter, cuya duración aproximada fue de poco más de dos minutos, superando en intensidad y en daños al terremoto registrado el 28 de julio de 1957 también en la Ciudad de México.
El gobierno reportó el fallecimiento de entre 6 y 7 mil personas e incluso llegó a suponer que la suma final fue de 10 mil. Sin embargo, años después con la apertura de información de varias fuentes el registro aproximado se calculó en 35 mil muertos aunque hay fuentes que aseguran que la cifra rebasó los 40 mil muertos.
El filósofo danés del siglo 19, Soren Kierkegaard, dice que su mundo se estremeció cuando su padre, quien era religioso, le dijo que había maldecido a Dios por el mal trato que estaba recibiendo de los demás. Las acciones de su padre sacudieron tanto a Soren que llamó al evento <<El gran terremoto >> Durante el resto de su vida, se preguntó si su familia había sido maldecida por Dios por las acciones de su padre.
Nosotros también hemos tenido o posiblemente tendremos “terremotos” en nuestras vidas. Pero es consolador saber que bajo la peor de las circunstancias, nuestra fe en Dios puede sostenernos firmemente  y de hecho lo hará. Después de todo, “El mundo entero está en Sus manos” y eso significa “Él nos tiene a ti y a mí, hermano y hermana, en Sus manos.”
Ninguna persona, ni ningún desastre, pueden arrebatarnos de las manos de nuestro Padre celestial (Juan 10:28-29). Su sostén nos mantendrá para llevarnos a toda la eternidad.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Un Regalo Adecuado


Un niño estaba algo sorprendido por todo el intercambio de regalos después de la cena de Navidad, por cuanto le habían enseñado en la escuela dominical que aunque no era la fecha las personas festejaban en este mes el cumpleaños del Salvador. Finalmente, luego de un largo período de silencio, preguntó, «Mami, ¿cuándo vamos a darle Su regalo a Jesús? ¡Creí que era Su cumpleaños!»
¿Extraño, no es cierto, que la mayoría de nosotros les damos regalos a todos excepto a Aquél cuyo cumpleaños celebramos. Una buena pregunta que podríamos hacernos es ésta: ¿Qué voy a darle al Señor Jesús esta Navidad? Si ya eres creyente o si nunca has confiado en Él como tu Salvador, lo que Él más desea de ti es un corazón que cree. ¿Por qué no poner nuestra fe en la muerte expiatoria en la cruz de Jesús para que podamos ser salvados de nuestros pecados?
Si por fe ya conoces a Cristo como tu Salvador, entonces lo más maravilloso que puedes hacer esta Navidad es darle a Dios el único regalo que Él más desea recibir de ti - tu cuerpo (Romanos 12:1).
Nuestros cuerpos han de ser usados para los propósitos de Dios. Debido a que hemos aceptado el regalo de la salvación de parte de Él, lo único razonable es que debamos presentarnos a nosotros mismos al Padre. Cuando nos entregamos.
 ¡Demos el único regalo de Navidad que verdaderamente es adecuado para la ocasión!

jueves, 24 de diciembre de 2009

El hombre olvidado




En medio de todas las actividades navideñas, a menudo nos olvidamos de un hombre.
No, no me refiero a la Persona cuyo cumpleaños estamos celebrando. Aunque a menudo fallamos en darle a Jesús el primer lugar que Él merece, generalmente no Le olvidamos. Me refiero a José, el hombre en quien Dios confió tanto que puso a Su Hijo en su hogar para que fuera cuidado y amado por él. ¡Qué responsabilidad!
Ciertamente, José es el hombre olvidado en la historia de la Navidad. Pero su tarea fue un componente importante en el increíble plan de Dios. Al leer la historia del nacimiento de Jesús, encontramos que José era justo, recto, misericordioso, protector y valiente. Pero, por encima de todo, era obediente. Cuando el ángel le dijo que tomara a María como su esposa, él obedeció (Mt. 1:24). Y cuando le dijo que huyera a Egipto con María y Jesús, así lo hizo (2:13-14).
Así como María fue cuidadosamente elegida para concebir al Hijo de Dios, José fue deliberadamente escogido para cuidar de su joven esposa y el niño Jesús. Y confiando en Dios, José continuó haciendo todo lo que Él le pidió que hiciera.
¿Qué está pidiendo Dios de ti hoy? ¿Estás dispuesto a comprometerte a hacer lo que sea que Él quiera que hagas?
En cuanto a la obediencia, mucho es lo que podemos aprender de José, el hombre olvidado de la Navidad.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Un Bebé

El aviso de toda una página en el periódico captó mi vista de inmediato. Cerca de la parte superior de la página color celeste estaba la silueta de una estrella. Al centro de la página estaban las palabras:
Es un niño.
Lucas 2:11 estaba impreso a lo largo de la parte inferior de la página: «Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.»
Este sencillo mensaje - es un niño - proclamaba el regalo indescriptible de un Salvador que vino a la tierra como un bebé. ¿Por qué lo hizo?
Necesitábamos que Dios enviara a Jesús. Debido a nuestro pecado, estábamos separados de un Dios santo (Ro. 3:23). Era necesario un Salvador y mediador perfecto para volvernos a reunir. Sólo Dios podía restaurar la relación.
Dios quería enviar a Jesús. Nos amaba tanto que dio a Su Hijo (Juan 3:16) para que nuestra relación pudiera restaurarse. Jesús era el Único que podía satisfacer Su demanda de un sacrificio perfecto - sólo Él era sin pecado (He. 9:11-15). De buena gana se entregó a la cruz. Dios aceptó ese sacrificio y lo resucitó de entre los muertos.
Debido a nuestra necesidad a Su amor, Dios el Padre nos dio el regalo de Jesús el Hijo. Acepta Su regalo hoy - es gratis.

martes, 22 de diciembre de 2009

El Gozo De La Redención


En esta temporada decembrina es costumbre que veamos en el cine una película clásica obra  de Charles Dickens Un Cuento de Navidad. Nos cuenta de un anciano cínico y mezquino de nombre Ebenezer Scrooge que es transformado en Navidad. Durante la película, el cambio dramático en Scrooge se ve en su rostro, su voz, y su generosidad.
Cada Navidad nos recuerda la gracia de Dios mostrada a nosotros en el regalo de Jesucristo, Su Hijo. Los villancicos de la temporada reflejan las palabras del salmista: «Cantad al SEÑOR un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas, su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. El SEÑOR ha dado a conocer su salvación; a la vista de las naciones ha revelado su justicia» (Salmo 98:1-2). Isaac Watts expresó poéticamente el Salmo 98 con estas perdurables palabras:
¡Gozo en la tierra! El Señor llegó:
Que la tierra reciba a su Rey;
Que cada corazón le prepare lugar,
Y el cielo y la naturaleza canten.
La evidencia de la salvación de Dios puede verse en nuestros rostros, oírse en nuestras voces, y reflejarse por las obras de nuestras manos. Que el gozo de la redención brille a través de nosotros esta Navidad, y a lo largo del resto del año

lunes, 21 de diciembre de 2009

Viendo En Navidad

Durante la temporada de Navidad de 1879, un periodista agnóstico en Boston vio a tres niñitas de pie delante de la vitrina de una tienda llena de juguetes. Una de ellas era ciega. Él escuchó a las otras dos describirle los juguetes a su amiga. El hombre nunca había considerado lo difícil que era explicarle a alguien carente de vista cómo es que algo se ve. Ese incidente se convirtió en la base para una historia en el periódico.
Dos semanas después, el periodista asistió a una reunión celebrada por Dwight L. Moody. Su propósito era atrapar al evangelista en alguna inconsistencia. Quedó sorprendido cuando Moody usó su historia acerca de las niñas para ilustrar una verdad. «Así como la niña ciega no podía visualizar los juguetes», dijo Moody, «una persona no salva no puede ver a Cristo en toda Su gloria.»
Esa primera Navidad, sólo unas cuantas personas comprendieron quién era Jesús en realidad. Muchos escucharon el informe de los pastores y quedaron asombrados, pero no consideraron al bebé en el pesebre como el Hijo de Dios.
Hoy, multitudes no están al tanto de la verdadera identidad de Jesús porque están espiritualmente ciegas. Si esto te describe a ti, pídele a Dios que abra tus ojos. Cree que el Señor de la gloria murió por tus pecados. Luego confía en Él. Tus ojos serán abiertos, y reconocerás quién es Él en realidad.

domingo, 20 de diciembre de 2009

La oración de un anciano




¿Has escuchado la historia acerca del hombre de 85 años que fue arrestado por orar?
Probablemente sí. Es la historia de Daniel, un anciano judío en Babilonia que fue sentenciado a muerte por hablar con Dios fielmente (Daniel 6).
Aunque la conversación más famosa de Daniel con Dios fue oración que hizo que fuese arrojado a la fosa de los leones (Daniel 6:11), esta no es la única vez que lo vemos en oración.
En Daniel 9:3-19 leemos un ejemplo de cómo oraba este profeta. Él había estado leyendo en su rollo de Jeremías que el cautiverio de su pueblo duraría 70 años, y el pueblo llevaba 67 años en el exilio (Jeremías  25:8-11). Daniel estaba ansioso porque éste llegara a su fin.
Dios había llamado a Su pueblo a llevar una vida recta, pero ellos no lo estaban haciendo. Daniel decidió llevar una vida recta a pesar de la falta de fe de los judíos. Comenzó a orar para que Dios no demorara el fin del cautiverio.
Mientras oraba, Daniel se centró en la adoración y la confesión. Su patrón de oración nos da una importante y profunda comprensión de la conversación con Dios. Hemos de reconocer que Dios es «grande y temible» (Daniel 9:4) y que «hemos pecado » (Daniel 9:15). En oración, alabamos y confesamos.
Sigamos la guía de Daniel. Para él, la oración era tan vital como la vida misma

sábado, 19 de diciembre de 2009

El Nombre Sobre Todo Nombre


Si supieras con certeza que perderías la voz y que jamás podrías volver a hablar de nuevo, ¿cuáles serían tus palabras finales?
Un hombre con cáncer a la garganta enfrentó una operación que le salvaría la vida pero no su voz. Justo antes de la intervención, pasó tiempo con su esposa hablándole de su amor por ella. Hizo lo mismo con su hija.
Luego le pidió al doctor que le hiciera saber de manera precisa cuándo es que la anestesia lo dejaría inconsciente. Mientras el hombre caía en el sueño, dijo claramente, « ¡Jesús! ¡Jesús!» Ésa fue la última palabra que eligió pronunciar en su vida - « ¡Jesús!»
¿Cuán significativo es el nombre de Jesús para nosotros? Otros nombres, como los de aquéllos que amamos, son inexpresablemente preciosos. Pero para aquéllos de nosotros que somos redimidos por la gracia de Dios, el nombre de Jesús es el más significativo de todos. Y también lo es para nuestro Padre celestial. Él «le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla. . . y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.» (Fil. 2:9-11).
Por el resto de nuestras vidas y por toda la eternidad, magnifiquemos ese maravilloso nombre << Jesús>>

viernes, 18 de diciembre de 2009

Conejos y más conejos


María recibió un conejo de cerámica por su cumpleaños de parte de un compañero de trabajo, y ella lo puso sobre su escritorio para que todos lo vieran. Algunos de sus otros colegas comenzaron a pensar que a ella debían gustarle los conejos, así que comenzaron a regalarle artículos que tuvieran que ver con conejos por Navidad, su cumpleaños y otras celebraciones especiales. Pronto su oficina se llenó de «cosas conejo» —lapiceros, velas, notas adhesivas, carpetas y tazas para café.
Cuando María dejó la compañía, un amigo le preguntó qué hizo con los conejos. Ella respondió: «Bueno, en realidad no me gustan los conejos, así que los regalé todos».
Las personas tienen buenas intenciones, pero no siempre nos conocen bien. Nunca nos conocerán como Dios nos conoce. No hay nada acerca de nosotros que Le sea oculto. El Salmo 139 nos dice:
• Dios sabe todo lo que hacemos (v. 2). Sabe todas las actividades en nuestro día y cada detalle de nuestro horario.
• Dios sabe todo lo que pensamos (v. 2), lo bueno y lo malo, lo saludable y lo impuro.
• Dios sabe todos los lugares a donde vamos. «Has escudriñado mi andar, . . . y todos mis caminos Te son conocidos» (v. 3)
• Dios sabe todo lo que decimos (v. 4).
Él nos conoce mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos. ¡Qué consuelo que nuestro Señor nos conozca de manera tan íntima, aun con todos nuestros defectos, y sin embargo que nos ame de manera tan completa!

jueves, 17 de diciembre de 2009

¿Le das Posada?


En Lucas 2 nos narra el motivo del viaje de José y María al pueblo de Belén y que al llegar ahí se cumplió el tiempo de alumbramiento, que difícil debió de haber sido para ellos estar solicitando un lugar donde quedarse en  esas circunstancias, nos narra Lucas que en el mesón no había lugar y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre.

Imaginando la urgencia por el que  estaban pasando en esos momentos como pareja, no creo que solamente hayan buscado en el mesón, viendo la situación en la que estaba su esposa supongo que a de haber tocado varias puertas solicitando ayuda, quien los pudiera recibir, quien quisiera abrir las puertas para que el mesías naciera en su casa.

En estos días en que el mundo festeja la Navidad la historia se repite pero ahora no es José quien toca, hoy es Jesús mismo quien lo hace.
<< He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.>>Apocalipsis3:20

Ábrele las puertas de tu corazón, El trae el mejor regalo que pudieras recibir “Un regalo de vida eterna”

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Un momento de Selah

El rey David proclamó: «Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria » (Salmo 24:10). La palabra Selah se añadió posteriormente al final de éste y de muchos otros salmos. Algunos creen que hace referencia a un interludio musical porque a menudo se les ponía música a los salmos. Los eruditos bíblicos también sugieren otros posibles significados, entre los que se incluye «silencio», «pausa», «interrupción», «acentuación», «exaltación» o «fin».

La reflexión en estas palabras nos puede ayudar a tomar un «momento de Selah» para hacer una pausa y adorar a Dios durante el día.
Estemos en silencio y escuchemos la voz de Dios (Salmo 46:10).
Hagamos una pausa en nuestro agitado horario para darle refrigerio a nuestro espíritu (Salmo 42:1-2).
Interrumpamos el día para hacer un inventario espiritual y pedir limpieza del alma (Salmo 51:1-10).
Acentuemos el gozo de la provisión de Dios por medio de la acción de gracias (Salmo 65:9-13).
Exaltemos el nombre de Dios por la oración contestada a pesar de la decepción (Salmo 40:1-3).
Pongámosle fin al día reflexionando en la fidelidad del Señor (Salmo 119:148).

La reflexión de David en Dios incluía un momento de Selah. Seguir su ejemplo nos ayudará a adorar a nuestro Dios a lo largo de todo el día.

martes, 15 de diciembre de 2009

Necesitamos a Dios y a las personas


En el 2006, mientras promocionaba la película Rocky Balboa, Sylvester Stallone sorprendió a los cristianos con sus revelaciones. Dijo que su fe en Jesucristo no sólo había influido en el guión de la primera película sobre Rocky, sino que su decisión de crear la última película de la serie se inspiró en su renovada relación con el cristianismo. Como parte de su transformación, Stallone se dio cuenta que una mala elección era la que había guiado su vida anteriormente "la de ser independiente". Dijo: «Necesitamos la experiencia y la guía de otra persona». Stallone se dio cuenta de algo que muchas personas están aprendiendo a reconocer: necesitamos a Dios y necesitamos a otras personas.
La Biblia confirma nuestra necesidad de Dios y de los demás. David expresó su confianza en Dios al clamar a Él y suplicarle en oración. «Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a Ti oraré» (Sal. 5:2). Y en Eclesiastés leemos que Salomón alentó una dependencia apropiada en los demás. De hecho, dijo que ayudarnos unos a otros puede fortalecernos, pero el individualismo y la independencia son peligrosos y llevan a la debilidad. Dos personas actuando juntas son mejor que una sola persona independiente (Eclesiastés 4:9-12).
Dios nos dio los unos a los otros. Confiemos vehementemente en Su poder y aprovechemos la ayuda de los demás.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Estropeado



Durante un festival de toda una noche en París, cinco jóvenes irrumpieron en el Museo Orsay y dejaron un tajo de diez centímetros en un cuadro invalorable de Claude Monet. La Ministro de Cultura, Christine Albanel, dijo que se podía restaurar la pintura, pero que estaba profundamente perturbada ante el daño hecho por «un acto puramente criminal».
El titular de un diario decía: Obra Maestra de Monet Estropeada. «Estropear» significa perjudicar o dañar; malograr, desfigurar o afectar. Es una descripción acertada del efecto del pecado en nosotros. Conocemos bien los resultados de nuestras propias elecciones como consecuencia de ignorar a Dios o desafiarle.
Al acercarnos a la Navidad, es bueno recordar por qué nació Jesús. El Hijo de Dios no vino a establecer una festividad nostálgica, de orientación familiar y comercialmente exitosa. El ángel le dijo a José: «[María] dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:21).
La Navidad comenzó con un regalo de Dios a Su mundo dañado por el pecado: «Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos 6:23).
La obra maestra de la creación humana de Dios, estropeada por alejarse de Él, puede restaurarse cuando le damos nuestro corazón a Cristo.

domingo, 13 de diciembre de 2009

¿Un reto demasiado grande?

¿Le pagarías la cuenta a las personas que van en el automóvil de atrás cuando compras comida para llevar, incluso si no las conocieras? ¿Le pagarías la cuenta a los de la mesa de alado en un restaurant sin conocerles? ¿Y dejar una nota diciendo que la razón para ello era el amor a Cristo?
¿Por qué hacer esto? ¿Por qué gastar dinero en la comida de otra persona,  especialmente de alguien a quien no conocemos y que puede que sea hostil a la fe? ¿Por qué dar algo sin esperanza alguna de retribución? Parece ir contra nuestra cultura, pero la idea tiene una fuerte base bíblica.
Notemos lo que Jesús dijo al dirigirse a una gran multitud: «Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo» (Lucas 6:32-33). Claramente, Jesús quiere que le hagamos bien a personas que no tienen forma alguna de retribuirnos.
Ya sea que le estemos pagando la cuenta a alguien en algún restaurante o dando algún dinero para obras sociales, nuestra preocupación debe ser dar de manera desinteresada, sea que recibamos algún reconocimiento por ello o no.
¿A quién puedes bendecir hoy en el nombre de Jesús?

sábado, 12 de diciembre de 2009

El dolor es desagradable



Las Explosiones de Guadalajara, México en 1992 tuvieron lugar en la segunda ciudad más grande de México, y ocurrieron el 22 de abril en el barrio céntrico de Analco. Las explosiones de gasolina en el sistema de alcantarillado ocurrieron poco después de las 10 de la mañana (hora local), destruyendo 8 kilómetros de calles, siendo la calle de Gante la más afectada. Según cifras oficiales, las explosiones mataron a 209 personas (pero hubo muchas más desaparecidas), dejaron casi 500 heridos y 15.000 personas quedaron sin hogar. Algunas de las personas que fueron entrevistadas y perdieron seres queridos comentaron que: sus vidas quedaron inmersas en un dolor que parecía insoportable. ¿Por qué? Porque, tal y como mencionaran en la entrevista que se hizo sobre esta tragedia, «el dolor es desagradable».
Tenían razón, el dolor es desagradable. Todos sufrimos en uno u otro momento, incluyendo a los que somos seguidores de Cristo. Sin embargo, para el creyente hay algo más allá de las lágrimas, el sufrimiento y la pérdida. Hay esperanza.
Al escribirles a los miembros de una iglesia que habían visto a sus seres queridos ser llevados a la muerte, el apóstol Pablo reconocía la realidad del sufrimiento. Pero los desafió a no «entristecerse como los otros que no tienen esperanza» (1 Tesalonicenses 4:13). La pérdida y la muerte son parte de la vida, pero los creyentes pueden enfrentarlos, sabiendo que los cristianos jamás se despiden para siempre.
 Podemos consolarnos unos a otros (1Ts.4: 18) con la esperanza de la resurrección y una reunión futura.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Ricamente bendecido

Los árboles de Mango en mi patio trasero por el clima de mi pueblo no dejan de perder hojas en el otoño e invierno pero si sueltan demasiadas. Así que, en un día templado de noviembre, estaba refunfuñando conmigo mismo mientras las juntaba con el rastrillo del suelo.
Luego, una alegre voz dijo, « ¡buenos días!» Una señora se había acercado sin que yo lo notara. Le pregunté: « ¿Y cómo está usted en esta mañana?»
«Me siento llena de bendiciones» — dijo con una sonrisa. Después de un rápido ajuste de actitud, le respondí: «Yo también. ¿No es maravilloso Dios?»
«Sí que lo es —respondió ella— ¿Usted también es un creyente en Jesús?» «Sí, lo soy —respondí— y Él ha llenado mi vida de bendiciones».
Ese breve intercambio no sólo iluminó mi estado de humor, sino que me recordó que aquellos que creemos en Cristo somos bendecidos más allá de toda medida. Después que esta hermana en Cristo se marchó, el cielo se torno más brillante; el terreno ya no se me hizo tan grande; la tarea de rastrillar las hojas se torno menos pesada. El Señor había usado a otro creyente para volver mi atención hacia Él y ver Su bondad (Sal. 33:5).
Los cristianos son parte de una comunidad. Animémonos unos a otros. Nunca sabemos cuándo un compañero de peregrinaje pueda necesitar un recordatorio de la bondad de Dios.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Ovejas Que Oran

Dos niños que se vistieron como ovejas en la obra de Navidad tenían un papel especial. Siempre que Toñito, el personaje principal en la obra, se encontraba con algún problema, las ovejas (María y Lalo) salían a escena para ofrecer un recordatorio de lo que el necesitaba hacer. Una de las ovejas llevaba un aviso que decía: «Sólo.» La otra llevaba otro aviso que decía: «Ora.»
Todos nos hemos enfrentado a situaciones cuando no sabíamos qué hacer, o cuando no había nada que pudiéramos hacer. Cuando estamos angustiados, probablemente no queremos oír a alguien decirnos con ligereza: « ¡Sólo ora!» La respuesta parece demasiado simplista e incluso puede sentirse hiriente si se dice sin pensar.
Pero la simple respuesta «Sólo ora» es exactamente lo que necesitamos hacer. Durante los días de la iglesia primitiva, Santiago les escribió a los creyentes que pasaban por pruebas y/o dificultades de las que la mayoría de nosotros no sabemos nada; apedreamientos, encarcelamiento, y golpizas por su fe. Él les dijo que le pidieran a Dios la sabiduría y el consuelo para soportar esas pruebas: «Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.» (Santiago1:5).

Cuando te encuentres con algún problema, recuerda las instrucciones sencillas de las ovejas del «Sólo ora» y habla con Dios al respecto. Él te dará lo que necesitas.

Juan 14:13-14  13Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.

Dios les bendiga

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Una navidad triste


Cada año son más las personas que en esta temporada de Navidad se deprimen y encuentran tristes,  que enfrentan dolor y pérdida. El énfasis que la gente hace en  estas fiestas es la felicidad y  el buen ánimo y a menudo hace que las personas que están lidiando con el sufrimiento se sientan incluso peor.
Un artículo en la Web citó a un pastor que describió el servicio de Navidad como «una oportunidad para que las personas vengan y estén en la presencia de Dios y reconozcan su dolor, desesperación y soledad, y se los entreguen a Dios». Un participante añadió: «Y es un buen lugar para llorar sin que nadie se sienta incómodo por ello».
Durante la temporada de Navidad, a menudo leemos las profecías de Isaías sobre el Mesías venidero que nacería de una virgen (Is. 7:14) y a quien se le llamaría «Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz» (Is.9:6). Pero tal vez debamos también incluir las palabras de Isaías 53: «Varón de dolores, experimentado en quebranto. . . Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores. . . Y por Su llaga fuimos nosotros curados» (Is.53: 3-5). El salmista nos recuerda que «[El Señor] sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas» (Sal. 147:3).
Si estás sufriendo esta Navidad, recuerda: Jesús vino a salvarnos, ayudarnos y sanarnos.

martes, 8 de diciembre de 2009

Utilice sus armas

Leyendo el libro de Efesios (cap.6) vino a mi mente una clase de gladiadores- romanos los “Retiarii” que lucharon usando solamente una red y un tridente. De todas las armas temibles y mortales disponibles para esos guerreros, que lucharon a menudo a muerte, dieron  a estos hombres  dos artículos-uno de correas (una red)  y  un tridente (una lanza de tres puntas) y como protección un pequeño escudo que colocaban en su hombro. Cuando entraban en la arena, su supervivencia dependía solamente de su habilidad para utilizar esas armas.

Cuando estamos luchando en nuestras vidas una batalla y parece que todo está en nuestra contra, es absurdo luchar con otras armas que no sean las que Jesús nos ha dado

En la batalla espiritual que hacemos frente como cristianos, Dios ha elegido nuestras armas: 2Co 10:3-4  “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”

Vale la pena detenerse brevemente para mirarnos a nosotros mismos en el espejo de Efesios 6:10-18 para ver si nos equipamos correctamente “de la armadura entera de Dios.” Debemos estar protegidos y armados para un conflicto que dependa no de fuerza humana sino de la energía poderosa de Dios.

Los que esperan en el señor renovarán su fuerza.  (Is. 40:31)

lunes, 7 de diciembre de 2009

Esperando en Dios

Estudiando las escrituras observamos que las primeras páginas del evangelio de Lucas están llenas de personas que estaban esperando: Zacarías y Elisabet, María y José, Simeón y Ana estaban esperando por el cumplimiento de una promesa de Dios. Pero en vez de esperar pasivamente, estaban activamente mirando al Señor cada día, lo que podríamos llamar estar «presentes al momento.»
Simeón, por ejemplo, no estaba controlado por la desesperanza sino por el Espíritu que lo empujaba a ir al templo. Sus palabras de alabanza cuando vio al niño Jesús, el Mesías prometido, resuenan como un ejemplo de esperanza paciente en Dios: «Porque han visto mis ojos Tu salvación la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz de revelación a los gentiles, y gloria de Tu pueblo Israel» (Lucas 2:30-32).
Muchos de nosotros nos encontramos esperando en Dios para la respuesta a alguna oración o el cumplimiento de alguna promesa. Su palabra viene a nosotros, así como vino a aquéllos que fueron levantados en los eventos que marcaron la primera Navidad: «Zacarías, no temas» (Lu,1:13); «María, no temas» (Lu.1:30); «No temáis, [a los pastores]» (Lu.2:10).


Al escuchar a Dios en Su Palabra y obedecerle, descubriremos Su bondad y poder mientras esperamos.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La Obra De Arte De Dios


Vicente Van Gogh trajo un espejo y usó su propia semejanza en muchas de sus pinturas. Rembrandt también se usó a sí mismo como modelo, completando casi 100 autorretratos. Estos artistas tenían un buen ejemplo, el de Dios mismo, quien usó Su propia semejanza como el patrón para la joya de la corona de Su creación (Gén. 1:27).
Henry Ward Beecher, un famoso clérigo del siglo 19, dijo, «Todo artista sumerge su pincel en su propia alma, y pinta su propia naturaleza en sus cuadros.» En todo lo que creamos - obras de arte, música, literatura, incluso nuestros hijos - se revela un poquito de nosotros. Lo mismo es cierto con Dios; cada uno de nosotros revela un poquito de Él. Puede que la imagen esté empañada, pero siempre está allí y siempre puede repararse.
Sin embargo, los cambios superficiales no arreglarán lo que está mal con nosotros. La ropa, los cosméticos, y los procedimientos quirúrgicos pueden hacer que nos veamos como los demás, no como la obra maestra única que Dios nos diseñó para ser. Necesitamos un «yo» totalmente nuevo (Col. 3:10), que se renueve en Su imagen y que se vista con el guardarropa de la misericordia, la amabilidad, la humildad, la mansedumbre y resignación. (v. 12).


Para mejorar la imagen de tu «yo», enciende el carácter de Dios y exhibe Su imagen en toda Su gloria

Recordando

sábado, 5 de diciembre de 2009

Su Justicia Dura Para Siempre

Una gran parte de nuestra infelicidad cuando envejecemos es causada por nuestro suspirar por «los buenos tiempos de antes» - esas épocas cuando disfrutábamos de buena salud, riqueza, posición, o poder. Pero las cosas de este mundo no duran. Son vacilantes, cambiantes, caprichosas. Con el tiempo, puede que estas cosas nos sean arrebatadas y sean reemplazadas con pobreza, soledad, debilidad, y dolor.
Cuando nos damos cuenta que este mundo y todo lo que hay en él es inestable e impredecible, nos quedamos anhelando algo que perdure. ¿Y qué es lo que queda?
El salmista escribió, «Su justicia (de Dios) permanece para siempre» (112:9). Ni el tiempo ni las circunstancias pueden tocarla ni afectarla. Nada que suceda en este mundo puede quitarla. Perdura cuando la vida nos ha despojado de cualquier otra posesión.
Esta justicia es nuestra al acercarnos a Dios por medio de la fe en Jesucristo (ver Ro. 1:17, 3:21-26). Él es nuestra roca y nuestra salvación y la única fuente de felicidad verdadera y perdurable. Salmos 112:1 dice, «Bienaventurado [feliz] es el hombre que teme al SEÑOR, que mucho se deleita en Sus mandamientos.»
Deléitate en el Señor y en Su Palabra, y encontrarás verdadera felicidad. Sólo Él ofrece una justicia que perdura por toda la eternidad.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Plan de cambio

EL ESPÍRITU DE DAR


Si, hay personas que creen en santa Claus o Papá Noel, como le dicen en algunos paises. Según una encuesta hecha en Estados Unidos, el 9% de los norteamericanos adultos dicen que realmente cree en el alegre y viejo residente del polo norte.

Tal vez eso no sea una sorpresa si nos damos cuenta de que en ninguna otra época del año centramos tanto nuestra atención en un solo tema como en Navidad. El personaje ficticio de Santa Claus ha llegado a ser parte integral de la celebración en nuestra cultura porque simboliza el intercambio de regalos, el centro de la mayoria de las reuniones navideñas. En lo que mucha gente cree en Navidad es en el espiritu de dar.

Por admirable que sea ese espíritu, existe algo más grandioso y transformador para creer,

aunque sabemos que el niño Jesús no nacio en estas fechas, en Navidad hemos de centrarnos en verdades como estas:


  • Las profecías del nacimiento de Jesus (Is.7:14; 9:1-7).

  • El milagro de la concepción de Jesús (Mt.1:18).

  • La perfección del santo Niño Dios (Lc.1:35).

  • La misión de aquel bebé (Mt.1:21).

El Creador del mundo se hizo hombre milagrosamente aquella mañana para poder darnos el regalo de la vida eterna. ¡Eso si que es algo para creer en Navidad!


EL MEJOR REGALO DEL MUNDO ESTABA ENVUELTO EN UN PESEBRE