domingo, 31 de enero de 2010

ATRIBUYÉNDOSE LA RESPONSABILIDAD


Mientras las imágenes de escombros en llamas y personas frenéticas aparecen fugazmente en la pantalla del televisor, un periodista dice: «Una organización terrorista se ha atribuido la responsabilidad del atentado de anoche que dejó 23 muertos y muchísimos heridos». No fue un acto de violencia al azar sino calculado para asustar a las personas y hacer avanzar la agenda de aquellos que dieron un paso al frente para decir: «Nosotros lo hicimos».
En marcado contraste, uno de los actos más brutales de la historia tuvo la intención de traer paz y sanidad, no temor. Además, Dios se atribuyó la responsabilidad del mismo en la profecía de Isaías, siete siglos antes de que sucediera. El profeta predijo la muerte del Mesías con estas palabras: «Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por Sus heridas hemos sido sanados. . . . Pero quiso el SEÑOR quebrantarle, sometiéndole a padecimiento» (Is. 53:5,10).
Justo antes de Su crucifixión, Jesucristo dijo: «Nadie Me la quita [mi vida], sino que Yo la doy de Mi propia voluntad. Este mandamiento recibí de Mi Padre» (Juan 10:18). Jesús murió voluntariamente por nuestro pecado para que pudiéramos vivir por medio de la fe en Él. Dios se atribuyó la responsabilidad por la muerte de Su Hijo, permitiendo que cualquiera reclamara Su regalo del perdón.

sábado, 30 de enero de 2010

¿EL LUGAR MAS FELIZ?

Me platicaba un amigo que durante una visita familiar a Disneylandia leyó el letrero en el arco de entrada que decía, «Bienvenidos al lugar más feliz sobre la tierra». Y el resto del día observo los rostros de los adultos y quedo impresionado ante el pequeño número de éstos que de hecho estaban sonriendo durante su visita al «lugar más feliz sobre la tierra».

Y al escuchar este comentario recordé la canción de Jesús Adrian Romero que dice:
"Me dice que me ama- Y que conmigo quiere estar- Me dice que me busca- Cuando salgo yo a pasear- Que ha hecho lo que existe- Para llamar mi atención- Que quiere conquistarme- Y alegrar mi corazón".

Vivir la vida al máximo es peculiarmente diferente a simplemente existir. De hecho, Jesús dijo que parte de Su misión es habilitarnos para vivir la vida al máximo: «Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10). Él vino para que pudiéramos experimentar la vida en plenitud -no según los estándares de un mundo caído, sino la vida tal y como se quería que fuera. Es la vida según los diseños y los deseos del Creador de la vida.
Al venir a proveer perdón para las personas rebeldes y quebrantadas, Jesús ha hecho posible que vivamos una vida de gozo y esperanza en un mundo de desesperación.

viernes, 29 de enero de 2010

LA COMPARACIÓN CORRECTA


Narran una anécdota de Napoleón Bonaparte, que al llegar a un hotel, Napoleón se quito la chaqueta e intento colgarla pero el perchero era muy alto para él y su secretario le dijo “Permítame Señor yo soy más grande” y Napoleón de corrigió “No, serás mas alto, pero no más grande.”  


Algunas personas en la iglesia erróneamente se consideran gigantes espirituales. Puede que estos «peces grandes en una laguna pequeña» se crean superiores debido a su posición. Pablo escribió acerca de esta auto-promoción equivocada: «Comparándose consigo mismos, carecen de entendimiento» (2 Corintios 10:12).


Puede que otros crean que su crecimiento espiritual está raquítico porque no desempeñan un papel visible. Esto también es un pensamiento equivocado. Algunas veces, puede que aquellos que están experimentando el mayor crecimiento se sientan inferiores a aquellos que mantienen una fachada hipócrita de perfección legalista. Las comparaciones espirituales siempre son insensatas. Sólo el Señor es el verdadero Juez del crecimiento espiritual. 


La estatura física no importa, pero sí nuestra posición espiritual. Si te estás sintiendo 
espiritualmente superior o inferior, pídele a Dios que te dé la actitud apropiada. Él es el verdadero Juez del corazón

jueves, 28 de enero de 2010

EL NOMBRE

No es fácil seguirle el ritmo a la taquigrafía que acompaña a comunicación electrónica rápida y orientada a la juventud de hoy. En SMS (conversación de mensaje instantáneo) o lenguaje de mensaje de texto, «te quiero mucho» se convierte en «tqm». «A propósito» es «ap». Y, de manera lamentable, algunas personas usan «odm» para «¡Oh, Dios mío!» y «dtb» para «¡Dios te bendiga!»

Estas últimas frases parece estar en labios de muchos que reciben noticias que los llenan de asombro o para despedirse. Pero, como cristianos, necesitamos detenernos antes de pronunciar ésta o cualquier otra frase que usa el nombre de Dios con ligereza.

En Mateo 6, cuando Jesús enseñó a Sus discípulos cómo orar, lo primero que les instruyó que dijeran fue esto: «Padre nuestro que estás en en los cielos, santificado sea tu nombre» (v.9). Claramente, el nombre de Dios en sí es especial. Abarca Su naturaleza, Sus enseñanzas, y Su autoridad moral. Pronunciar el nombre de Dios es llamar al Creador y Sustentador del universo.

Debemos honrar y proteger el santo nombre de Dios de toda manera que sea posible, conservando su uso para aquellas ocasiones cuando hablamos de Él o nos dirigimos a Él con fe. Seamos cuidadosos de nunca convertir el santo nombre de nuestro formidable y poderoso Dios en tan sólo otra frase ligera en nuestros labios o en algún mensaje de texto.

miércoles, 27 de enero de 2010

SINDROME DE LA DELICIA TURCA




En El León, la Bruja, y el Ropero, Edmund fácilmente fue conquistado por la malvada bruja blanca, llevándolo al lado de las tinieblas. El método que ella utilizó fue sencillo: apeló al amor de él por las golosinas, así como también por su sed de posición y venganza. La delicia turca que le ofreció fue deliciosa(es un pequeño dulce hecho a base  azúcar y  aromatizado con agua de rosas o con limón. Tiene una textura suave, parecida a una gomita blandita. Se suele comer en forma de pequeños cubos que se espolvorean con azúcar glass), y lo dejó ansiando aún más. Tan grande fue su atractivo que llevó a Edmundo a traicionar a su hermano y hermanas.

Los apetitos por el mundo y la carne son herramientas poderosas y adictivas del diablo. Él apela a nuestro amor por lo que satisface nuestros deseos egoístas y pecaminosos y lo utiliza para tentarnos, controlarnos, desalentarnos, derrotarnos, y destruirnos. Ansiamos poder, dinero, comida, alcohol, ropa o sexo, aun cuando estamos en peligro de sacrificar a nuestros amigos, nuestros seres amados, e incluso nuestra relación con nuestro Salvador con tal de satisfacer nuestros deseos.

¿Cómo podemos resistir las tentaciones de Satanás? Pablo dijo, « Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.» (Gálatas 5:16). También escribió, « vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.» (Romanos 13:14). Y Juan dijo, «no améis al mundo ni las cosas que están en el mundo» (1 Juan 2:15).

Vístete del Señor y camina en el Espíritu. Esa es la manera de romper el poder del síndrome de la delicia turca.

martes, 26 de enero de 2010

AL DESIERTO

Después de que los israelitas cruzaran milagrosamente el Mar Rojo, fueron llevados al desierto. ¡Qué extraño que Dios los llevara desde un lugar de esclavitud y dolor a un lugar de decepción y extrema necesidad!


Pero Dios quería mostrarles que la vida es una combinación de amargo y dulce, de triunfo y derrota. Cuando los israelitas llegaron a Mara, se quejaron porque el agua era amarga (Éxodo15:23). Después de la intercesión de Moisés (v. 25), Dios les recordó que guardaran Sus mandamientos (v. 26). Luego los llevó a la abundancia y al refrigerio de Elim. (v. 27).

El Señor quería enseñarles que cada experiencia en su peregrinaje revelaría sus corazones. Esta prueba mostró que estaban viviendo por vista y no por fe. También aprendieron que Dios participaba en sus asuntos cotidianos. Él quería que ellos supieran que no sólo podía dividir el mar, sino que también proveería de agua a Su pueblo. Él conocía sus necesidades porque planificó el camino que ellos habrían de seguir.

Si en estos momentos estás siendo llevado hacia algún desierto de decepción y amargura, confía en Dios, porque Él sabe exactamente dónde estás y qué necesitas. Al obedecer tú Sus mandamientos, Él te guiará fuera del desierto, hacia un lugar de abundancia espiritual, sanidad, y refrigerio

lunes, 25 de enero de 2010

UNA MAESTRA SIN CEREBRO



Una maestra que no quiero decir su nombre, quiso demostrar a sus niños de primaria que Dios es un mito. La clase ocurrio asi:
MAESTRA: Hoy vamos a aprender que Dios no existe. (Entonces, dirigiendose a uno de los niños dice:) ¿Tito, ves el árbol allí afuera?
TITO: Si, maestra.
MAESTRA: ¿Tito, ves la hierba?
TITO: Si, maestra.
MAESTRA: Vete afuera y mira hacia arriba y dime si ves el cielo.
TITO: (Regresando unos minutos mas tarde) Si, vi el cielo, maestra.
MAESTRA: ¿Y vistes a Dios?
TITO: No, maestra.
MAESTRA: Esto es exactamente mi punto. Podemos ver todo lo que existe, pero no podemos ver a Dios porque El no existe. Es un cuento.
En ese momento, Maria, una compañera de Tito, pidió a la maestra si podría hacerle mas preguntas a Tito.La maestra, algo sorprendida, accedió.
MARIA: ¿Tito, ves los arboles afuera?
TITO: Si.
MARIA: ¿ves la hierba?
TITO: (ya aburrido de tantas preguntas, contesta) Siiiiiiiii
MARIA:¿ves a la maestra?
TITO: Siiiiii
MARIA: Todo lo que existe se ve, ¿cierto?
TITO: Siiii
MARIA: ¿ves el cerebro de la maestra?
TITO: Noooo.
MARIA: Entonces, Tito, segun nos han enseñado hoy, ¡nuestra maestra no tiene cerebro!

Hebreos 11:1 NVI
"Ahora bien,  la fe es la garantía de lo que se espera,  la certeza de lo que no se ve".Tener FE es saber que si Dios me saca o no de mis pruebas o tribulaciones, yo sigo creyendo que Dios me ama.Aumenta tu fe cada dia mas y mas, y Dios hara grandes cosas en tu vida.

domingo, 24 de enero de 2010

LO INEVITABLE



La alabanza sonaba dentro de casa. Las hojas de los mangos caían fuera. Al atrapar una ráfaga de viento, una de las  hojas de mango voló brevemente hacia arriba mientras yo escuchaba la frase «¡Resucitó!» Sin embargo, hacia el final de la alabanza, la hoja había caído a tierra. La gravedad había vencido al viento.

Más tarde escuché a tres mujeres de edad madura conversar acerca de dietas, ejercicio, estiramientos faciales, y otros esfuerzos por desafiar a los años. Al igual que la hoja, ellas estaban tratando de evitar que la gravedad las llevase hacia lo inevitable.

Su conversación me recuerda a las buenas obras que hacen las personas para tratar de salvarse de la muerte espiritual. Pero así como las hojas no pueden evitar caer y las personas no pueden evitar envejecer, nadie puede trabajar lo suficientemente duro como para evitar la consecuencia del pecado, la cual es la muerte (Romanos 6:23).
En la crucifixión, los que se burlaban de Jesús lo desafiaron a que se salvara a Sí mismo. Pero Él puso Su vida en las manos de Dios y Dios le devolvió, no sólo Su propia vida, sino las nuestras también.
Para recibir la salvación, nosotros también debemos simplemente poner nuestras vidas en las manos de Dios, porque, si el Espíritu de Aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en nosotros, Éste también nos dará vida (Romanos 8:11).

Las fuerzas del pecado desde afuera no pueden vencer la vida de Cristo que está dentro de nosotros.

sábado, 23 de enero de 2010

HUYENDO DE DIOS

¿Por qué las personas huyen de dios? ¿Será debido a la ira, la decepción, la desesperación, la desobediencia o alguna telaraña de rebeldía tejida a partir de nuestros propios deseos?
El libro de Jonás estudia a un profeta que rechazó el llamado de Dios para transmitir Su palabra al pueblo de Nínive. En el primer capítulo (Jonás 1:3, 10) leemos que Jonás deliberadamente se dirigió a Tarsis para huir del Señor. Él sabía exactamente hacia dónde iba y por qué. Luego de dársele una segunda oportunidad (Jonás3:1-2), Jonás transmitió el mensaje de Dios pero reaccionó con ira cuando el Señor perdonó a la ciudad arrepentida (Jonás3:10-4:2).

El libro termina con el Señor hablándole a Jonás acerca de Su compasión: «¿Y no he de apiadarme Yo de Nínive?» (4:11). Pero no hay indicación alguna de que el contrariado profeta cambiara de actitud. El pueblo de Nínive se arrepintió: Jonás no.

La historia de Jonás debe hacer que cada uno de nosotros seamos honestos en cuanto a nuestros sentimientos hacia el Señor. ¿Albergamos resentimiento por Su indulgencia hacia personas que creemos que merecen juicio? ¿Acaso hemos olvidado que Dios nos ha perdonado? ¿Estamos listos a obedecer Su llamado y a dejarle a Él el resultado?

La historia de Jonás ilumina nuestras reacciones ante Dios y mide nuestra disposición a confiar en Él cuando no podemos entender Sus caminos.

viernes, 22 de enero de 2010

SEAMOS AGRADECIDOS




Se cuenta la historia de una vendedora que vendía tamales a 5 pesos cada uno en la  esquina de una calle. Un corredor pasó corriendo y lanzó una moneda de 5 pesos dentro de la cajita del dinero pero no tomó tamal alguno. Hizo lo mismo cada día durante meses. Un día, cuando el corredor estaba pasando, la vendedora  lo detuvo. El corredor preguntó: «Probablemente quiere usted saber por qué siempre echo dinero pero nunca tomo un tamal, ¿cierto?». «No» -dijo la vendedora- «sólo quería decirle que los tamales han subido a 6 pesos».
Demasiado a menudo, como creyentes, tratamos a Dios con ese mismo tipo de actitud. No sólo somos desagradecidos por lo que Él nos ha dado, sino que queremos más. De alguna manera creemos que Dios nos debe buena salud, una vida cómoda, bendiciones materiales. Por supuesto, Dios no nos debe nada, pero nos lo da todo.
El Salmista dijo: «Este es el día que el SEÑOR ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él» (Sal. 118:24).
Cada día, sea bueno o malo, es un regalo más de nuestro Dios. Nuestra respuesta agradecida debe ser vivir para agradarle. <  que estamos recibiendo un reino inconmovible,  seamos agradecidos.  Inspirados por esta gratitud,  adoremos a Dios como a él le agrada,  con temor reverente>> (Heb 12:28)

jueves, 21 de enero de 2010

HAMBRE ESPIRITUAL




En la novela No Blade of Grass (Ni una brizna de hierba)  de John Christopher un virus destructivo ataca toda la hierba del mundo. No sólo el césped en los parques y las casas, sino todos los pastos, incluyendo el trigo, la cebada, el centeno, la avena, y el arroz. En cuestión de meses, el mundo queda inmerso en una hambruna y su despiadada compañera, la violencia. Las personas comienzan a pelear, y luego a matar, por comida.
La novela ilustra una escena que se ha vivido en el mundo real en hambrunas recientes y que es aterradora cuando se ve en las cadenas de noticias de la TV. Pero sólo puedo imaginar cómo será.

El profeta Amós habló de un tipo de hambruna diferente. La llamó un hambre de «oír la palabra del SEÑOR» (Amós 8:11). Mientras la falta de comida puede llevar a enfermedades y a la muerte, el hambre de la Palabra puede producir consecuencias eternas. Sin acceso a la Palabra de Dios, carecemos de sabiduría para la vida y del mensaje de la vida eterna en Cristo. Como cristianos, necesitamos «la leche espiritual pura, para que por medio de ella [crezcamos y tengamos] salvación, » (1 Pedro 2:2). Podemos identificarnos con el profeta cuando éste dijo: «Al encontrarme con tus palabras,
 yo las devoraba;  ellas eran mi gozo  y la alegría de mi corazón» (Jer. 15:16NVI).


El mundo está muriéndose de hambre de conocer al Dios que puede satisfacer las necesidades del corazón humano. Ayudemos a saciar sus corazones compartiendo Su Palabra.

miércoles, 20 de enero de 2010

UN REGALO DE DIOS




El obrero de una fábrica en la Cd. de México y su esposa se emocionaron cuando, después de muchos años de matrimonio, descubrieron que iban a tener su primer bebé. El hombre, entusiasmado, les contó a sus compañeros que Dios había contestado sus oraciones. Pero ellos se burlaron de él por pedirle un hijo a Dios.

Cuando el bebé nació, le diagnosticaron síndrome de Down. Mientras se dirigía al trabajo por primera vez después del nacimiento de su hijo, el padre se preguntaba cómo enfrentaría a sus compañeros de trabajo. «Dios, por favor dame sabiduría», oró. Tal como lo temía, algunos se burlaron, «¡Así que Dios te dio este hijo!» El nuevo padre se quedó en silencio por un largo tiempo, pidiéndole a Dios que le ayudara. Finalmente dijo: «Estoy feliz que el Señor me diera este hijo a mí y no a ti».

Así como este hombre aceptó a su hijo discapacitado como el regalo de Dios para él, David también se complació en mostrar amabilidad hacia el hijo de Jonatán, quien era «lisiado de los pies» (2 Samuel 9:3). Puede que algunos despreciaran a Mefiboset porque era cojo o porque era de la casa de Saúl, pero la acción de David mostró que él le valoraba grandemente.

A los ojos de Dios, toda persona es importante. Envió a Su único Hijo para morir por nosotros. Recordemos con gratitud cuánto valora Él cada vida humana.

martes, 19 de enero de 2010

AMOR SIN FIN

El libro de Apocalipsis nos brinda un cuadro maravilloso. El Cordero de Dios nos lleva de una fuente de agua a la otra, siempre en mayor profundidad al amor de Dios (Ap.7:17).
Jesus oro en el Aposento Alto poco antes de ir a la cruz: «Yo les he dado (a los discipulos) a conocer tu nombre, y lo dare a conocer, para que el amor con que me amaste este en ellos y yo en ellos» (Juan 17:26).

Jesus nos lleva a un conocimiento cada vez mas profundo del amor de Dios. Su preocupacion no solo es que sepamos acerca de Dios, sino que sepamos cuan profundamente El nos valora y nos ama. Como dijo Jesus, el amor que el Padre tiene por el Hijo tambien lo tiene por nosotros.

Pero comprender ese amor es un proceso. Toma tiempo para que el amor de Dios nos apodera. Tal vez no estes seguro que El te ama. Se paciente. El Espiritu Santo esta obrando para guiarte hacia toda verdad (Juan 16:13). Lee y medita en Sus palabras y hechos en los Evangelios. Pidele que te muestre el amor de Dios. Con el tiempo, El te revelara la «anchura, la longitud, la altura, y la profundidad» (Efesios 3:18).

Y si entiendo correctamente, el proceso continuara por toda la eternidad. Estaremos totalmente satisfechos en el cielo, y sin embargo, seguiremos creciendo, porque no hay fin para el amor de Dios

lunes, 18 de enero de 2010

TÚ Y TUS POSESIONES

Seis pistoleros armados irrumpieron en las cajas de depósitos en un banco de Londres y robaron objetos de valor por más de $7 millones. Una mujer, cuyas joyas habían sido tasadas en $500,000 se lamentó: «Todo lo que tenía estaba allí. Mi vida entera estaba en esa caja».
Algunas personas han corrido riesgos tontos para aferrarse a sus riquezas. Han muerto al lanzarse dentro de casas en llamas o los asesinaron porque tercamente se resistieron ante ladrones armados. Aparentemente, creían que la vida no valdría la pena sin sus posesiones materiales. Otras, al perder su riqueza, cayeron en la desesperación, incluso al punto del suicidio.
El mayor de los peligros al identificarnos demasiado con nuestras posesiones radica en el área espiritual de la vida. Un apego malsano a las cosas materiales puede llevar a una persona no cristiana a rechazar a Cristo y puede impedir también que un creyente viva para Él. La historia del joven rico ilustra convincentemente esta verdad. Las palabras de Jesús «No podéis servir a Dios y [al dinero]» (Mateo 6:24) ciertamente se aplican a todos nosotros.
Mantén una gran distancia entre tu persona y tus posesiones. Te evitará muchos sufrimientos. Si no eres un creyente en Cristo, no cometas el error del joven rico. Te costará tu alma.

domingo, 17 de enero de 2010

¿Una mala idea?


Te podría parecer conocida esta escena, inicia el nuevo año, Nuestro personaje se ve en el espejo una mañana y se da cuenta que por las fiestas decembrinas su cuerpo a engrosado un poquitín y toma  la determinación de hacer ejercicio para bajar esos kilos que “no sabe como” llegaron ahí. El primer día hace varias flexiones y sale a dar un trote ligero. Al día siguiente, más flexiones, unas cuantas abdominales y a trotar por más tiempo. Día 3: ejercicios y correr 2 kilómetros. Día 4: nuestro gordito en entrenamiento despertó con dolores musculares  y con una nueva determinación: de que el ejercicio había sido una mala idea. Si todo lo que había logrado de sus jadeos y resoplidos era enfermarse, este asunto no era para él.
Examinemos otro escenario. Un cristiano se da cuenta de que ha descuidado su relación con Dios; entonces, comienza una nueva rutina espiritual de lectura bíblica y oración. Pero a los pocos días, surgen algunos problemas en su vida. ¿A qué conclusión llega? Al igual que el gordito, ¿debería llegar a la conclusión de que su búsqueda espiritual fue una mala idea y que no le hizo ningún bien? Claro que no.
No oramos y leemos la Biblia para lograr una vida perfecta y libre de problemas. Buscar a Dios no es una cuestión de causa y efecto. Lo hacemos porque beneficia nuestra relación con Aquel que es perfecto. La búsqueda de la piedad no nos eximirá de problemas (2 Timoteo 3:12), pero una vida dedicada a amar y buscar a Dios (Hebreos 10:22) siempre es una buena idea, sin importar lo que suceda.

sábado, 16 de enero de 2010

La Familia




Una niñita estaba siendo disciplinada por su mal comportamiento, y sus padres estaban haciéndola cenar sola en un rincón de la habitación. No le prestaron atención hasta que la escucharon orar parte del Salmo 23: «Gracias Señor, por preparar mesa delante de mí en presencia de mis enemigos».

Una linda historia, pero a veces podemos sentir como nuestras familias son nuestros enemigos cuando no son exactamente lo que “queremos” que sean. Incluso nuestra familia espiritual en la iglesia nos defrauda ocasionalmente. Pero por cambiar nuestro enfoque, podemos aprender a renunciar a la ingenua idea de que los demás siempre satisfarán nuestras elevadas expectativas.

En vez de centrarnos en los demás, podemos encontrar esperanza en la verdad de que cada uno de nosotros es hijo de Dios por medio de la fe en Jesús (1 Pedro 2:10). El nos ha elegido y nos ha hecho «pueblo adquirido para posesión de Dios» (v. 9). El Señor nos ha hecho parte de Su familia, y podemos estar seguros que nuestra relación con El nunca se romperá. El nunca nos tratara como a un enemigo.

Cuando los demás nos defraudan, en vez de ceder al desaliento, cambiemos nuestro enfoque y recordemos que quienes hemos puesto nuestra fe en Jesús somos hijos de Dios, apreciados y amados por El.

viernes, 15 de enero de 2010

BÚSCALA Y VÍVELA

Algunos diccionarios en Internet informan cada año acerca de las palabras más buscadas en sus sitios en la red. Para el 2005, algunas de las palabras más populares fueron refugiado, pandemia, tsunami, y dique. Debido a los eventos catastróficos a nivel mundial de ese año, fácilmente podemos comprender por qué se buscaron esas palabras.

La palabra más buscada para ese año en el Diccionario Merriam-Webster en línea fue Integridad. La definición que allí se da es: « 1: firme adhesión a un código de moral o, especialmente los valores artísticos: la incorruptibilidad. 2: una condición irreprochable: solidez. 3: la calidad o el estado de completo o dividido: la integridad. Sinónimos ver la honestidad ». Se usa para describir a aquellos que no están dispuestos a ser sobornados o corrompidos moralmente. ¿Por qué estuvo esa palabra como la número uno en la lista? ¿Podría ser porque la integridad escasea tanto que muchos no saben cómo encontrarla en la vida de alguien?

En Su Palabra, Dios nos dio un ejemplo de integridad en la vida de José. Potifar lo había puesto a cargo de la supervisión «sobre su casa y sobre todo lo que poseía» (Génesis 39:5). Cuando la esposa de su amo le hizo proposiciones deshonestas, José se negó, diciendo, « ¿cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad y pecar contra Dios?» (v.9). Él sabía cuáles eran las normas de Dios, y eligió identificarse con lo correcto a costa de su libertad.

Integridad - búscala en Génesis 39. Luego vívela en la fuerza de Dios. 

jueves, 14 de enero de 2010

Expectativas Realistas



Una de las cosas que he aprendido a medida que han pasado los años es no esperar demasiado de los demás. E emprendido negocios de multinivel donde se me ha prometido ayuda y asesoramiento y no han cumplido. Proyectos, en que se me asegura apoyo y solo e recibido alejamiento y silencio por respuesta.
Si esperamos que todos cumplan y sean responsables, ciertamente quedaremos profundamente heridos. Comenzaremos a preguntarnos: « ¿Es que todo el mundo es así?».Yo he optado por tratar de justificarlos   y ponerlos en las manos de Dios
En esos momentos de decepción, es bueno examinar nuestros actos y compromisos. ¿Podemos dar con libertad y dejar que los demás se responsabilicen de sus propias promesas? El apóstol Pablo pasó por momentos en su servicio al Señor cuando todos lo abandonaron. Sin embargo, su enfoque estaba en la fortaleza que Dios le daba para que «se cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje» por medio de el (2 Timoteo 4:16-17).
Nunca debemos esperar obtener de los demás lo que solo Jesús puede dar. Hacer eso es algo totalmente poco realista. Nuestra tarea es simplemente dar y dejar los resultados a nuestro Maestro, sabiendo que con el tiempo recibiremos Su recompensa: «Bien, siervo bueno y fiel» (Mateo 25:21).

miércoles, 13 de enero de 2010

ESTOY CON ÉL



En la parte delanera de la camiseta de un amigo está impresa la caricatura de una oveja caminando a dos patas y dirigiéndose a un lobo que está bloqueando el paso de dicha oveja por un portón.
Junto a la oveja se encuentra un hombre de aspecto familiar. Tiene barba, mirada compasiva y apariencia de autoridad. La oveja le habla al lobo mientras le señala al hombre y dice, «estoy con Él». La confianza de la oveja en su Pastor le da gran seguridad.

El día que Jesús murió, se levantaron tres cruces. Jesús fue colgado en la del centro, entre dos criminales. Los hombres se burlaron de Jesús, pero uno  arrepentido le dijo, «acuérdate de mí cuando vengas en Tu reino». Y Jesús respondió, «hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:42-43).

Imagina los pensamientos de ese hombre al dar su último aliento. Había pagado un horrible precio por sus crímenes. Pero ahora, por poner su fe en Jesús, fue recibido en el cielo como un hijo de Dios. Tal vez dijo con confianza, «sé que no merezco estar aquí, ¡pero estoy con Él!», haciendo señas hacia Jesús. Y Jesús lo habría confirmado: «Él está conmigo».

Como el ladrón en la cruz, todos enfrentamos una elección: ¿has tomado la decisión de confiar en Jesús? ¿Puedes decir con confianza, «estoy con Él»? 

martes, 12 de enero de 2010

¡AUXILIO!

Se supone que las personas deban llamar al 066 (en México) sólo para emergencias, pero muchas de ellas no entienden o no siguen las reglas. Los operadores de emergencias de la policía en México han recibido llamadas de personas que informan que su televisor no está funcionando, que preguntan cuándo va a dejar de llover o que quieren denunciar un robo de identidad pero quieren permanecer en el anonimato.

A menudo me he preguntado si muchas de nuestras oraciones pidiendo ayuda Le sonarán frívolas a Dios. Es imposible saberlo, pero hay una cosa de la que podemos estar seguros: En nuestros momentos de necesidad, el Señor no sólo escucha nuestros gritos, está presente con nosotros.

El Salmo 46 describe momentos de gran calamidad, incluyendo guerra y desastres naturales. Pero es una canción de confianza que comienza y termina con la misma afirmación: «Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. . . . El SEÑOR de los ejércitos está con nosotros; nuestro baluarte es el Dios de Jacob» (Salmo 46:1,11).

El Señor siempre está obrando para lograr Sus propósitos -incluso cuando el mundo parece estar desmoronándose. Él nos dice, «estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra» (v.10).

No tenemos que temer. Cuando clamamos por ayuda, sabemos que Él escucha y que vendrá junto a nosotros.

lunes, 11 de enero de 2010

Chequeo Espiritual

Si me dieran a elegir, probablemente no visitaría voluntariamente a un  doctor para un examen físico. Me inclino a asumir que todo está bien y a no molestar al doctor con ello.

Y si nos dieran a elegir, muchos de nosotros también tenemos un poquito de temor a los chequeos espirituales. Después de todo, si examinamos nuestro espíritu demasiado de cerca, tal vez tengamos que cambiar uno o dos hábitos. Tal vez necesitemos algo así como una «actitudoctomia».

Sugiero que venzamos nuestra desgana. Con la guía de Dios, sometámonos a un chequeo espiritual, usando Proverbios 4:20-27 como una lista de control.
Los oídos (v. 20): ¿Estamos escuchando la Palabra de Dios con claridad y entendimiento? ¿Estamos haciendo lo que esas palabras nos dicen?
Los ojos (vv. 21, 25): ¿Mantenemos nuestros ojos puestos en las enseñanzas que nos guiaran hacia la justicia?
El corazón (v. 23): ¿Estamos protegiendo nuestro corazón del mal?
La lengua (v. 24): ¿Esta nuestra boca limpia y pura?
Los pies (v. 26): ¿Estamos caminando rectamente hacia la verdad de Dios sin tambalearnos?

¿Cómo te fue en tu examen? ¿Existen aéreas donde necesitas tomar acción? Los chequeos periódicos te ayudaran a restablecer tu vitalidad espiritual

domingo, 10 de enero de 2010

Lo que dices, recibes


  Los Nunca Más

Nunca más confesare "no puedo", porque "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". (Filipenses 4:13)
Nunca más confesaré pobreza, porque "Mi Dios suplirá todo lo que me falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús". (Filipenses 4:19)
Nunca más confesaré temor, porque "Dios no me ha dado el espíritu de cobardía, si no de poder, de amor, y de dominio propio". (2 Timoteo 1:7)
Nunca más confesaré duda y falta de fe, porqué "Dios ha dado a todas sus criaturas la medida de fe". (Romanos 12:3)
Nunca más confesaré debilidad, porque "Jehová es la fortaleza de mi vida". (Salmo 27:1), y "El pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará". (Daniel 12:32)
Nunca más confesaré que Satanás gobierna mi vida, "porqué mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo". (1 Juan 4:4)
Nunca más confesaré derrota, porque "Dios siempre me lleva en triunfo en Cristo Jesús". (2 Corintios 2: 14)
Nunca más confesaré falta de entendimiento, porque "Dios ha hecho también que Cristo sea nuestra sabiduría". (1 Corintios 1:30)
Nunca más confesaré enfermedad, porque "por su llaga fui curado" (Isaías 53: 5), y Jesús "mismo tomó mis enfermedades y llevó mis dolencias" (Mateo 8:17)
Nunca más confesaré pesares y frustraciones, porque estoy "echando toda mi ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de mí" (1 Pedro 5:7). Con Cristo estoy libre de preocupaciones.
Nunca más confesaré esclavitud, "porque el Señor es el espíritu; y donde está el espíritu del Señor allí hay libertad" (2 Corintios 3:17). ¡Mi cuerpo es el templo del Espíritu Santo!
Nunca más confesaré condenación, porque "no existe la condenación para aquellos que están en Cristo" (Romanos 8:1). Yo estoy en Cristo; por lo tanto, estoy libre de condenación.
 ¡Este nuevo año decídete a declarar las verdades que la Palabra de Dios dice sobre ti!
El siguiente texto, ha sido extraído del libro "Lo que dices, recibes" de Don Gossett, (editorial Vida) el cual recomiendo:

sábado, 9 de enero de 2010

¿Trabajos Sucios?




Un personaje de la TV busca los empleos más sucios y mugrientos que pueda encontrar. Luego hace esos trabajos ante la cámara para que todos podamos asquearnos.
Lo sorprendente que por lo general sale de esta excursión a la mugre es que las personas que realizan estas tareas realmente repugnantes para ganarse la vida parecen no importarles  el hacerlas.

Me pregunto si es así entre el pueblo de Dios. En la iglesia y en la comunidad del pueblo de Dios, definitivamente hay trabajos «sucios» que Dios nos ha llamado a hacer.
Por ejemplo, ¿dónde está lo glamoroso en trabajar en un refugio para los que no tienen hogar, ayudar a cambiar de pañal a un anciano, ofreciendo la esperanza del evangelio y ayuda física a la gente de la calle? ¿Dónde está el gozo intrínseco al entrar en la habitación de un hospital para visitar a algún paciente a quien el doctor acaba de darle una horrible noticia? ¿Y cómo puede ser fácil sentarse en la basura para compartir a la gente que trabaja en los tiraderos?

Imagina cómo  las multitudes daban un grito ahogado cuando Jesús tendía una mano y tocaba a los leprosos. Él no temía los trabajos «sucios.» Jesús vino a «a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). Él «tuvo compasión» de los cojos, los enfermos, los oprimidos (Mateo 9:36).

Sigamos Su guía y lidiemos con las duras tareas a nuestro alrededor y si lo hacemos con amor te darás cuenta  que el trabajo que hacemos por y para  Él no es pesado y mucho menos, “sucio”

viernes, 8 de enero de 2010

TESTIMONIO SILENCIOSO

En una bella y fresca mañana de enero, mi esposa  y yo estábamos trabajando en una cafetería al aire libre junto a la plaza Juan Pablo 2do.en Zapopan Jalisco, En una bella calle adoquinada con frondosos árboles de naranja alrededor, el escenario era  tranquilo y encantador, y una ligera brisa soplaba por la calle.

En una mesa, una joven estaba sentada en silencio tomando un café leyendo su Biblia. Estaba absorta en el texto y ocasionalmente levantaba la vista para considerar lo que había leído. Nunca dijo palabra alguna, pero su corazón y sus prioridades nos eran visibles a todos en esa cafetería. Era un testimonio suave, positivo y silencioso.

Ella no estaba avergonzada de Cristo o de Su Libro. Tampoco predicó un sermón ni cantó ninguna canción. Estaba dispuesta a que se le identificara con el Salvador, pero no necesitaba anunciar su lealtad.

En nuestros intentos por compartir el mensaje de Jesús debemos finalmente usar palabras, porque en última instancia las palabras son necesarias para presentar el evangelio. Pero también podemos aprender del ejemplo de esta mujer. Hay momentos cuando el silencio de nuestras acciones diarias habla en voz alta, revelando nuestro amor por el Señor.

En nuestro deseo por compartir a Cristo con un mundo quebrantado, no ignoremos el poder de nuestro testimonio silencioso.
"Solamente comportaos de una manera digna del evangelio de Cristo, . . . firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio". (Filipenses 1:27)

jueves, 7 de enero de 2010

Jesús: Único En Todo El Mundo

Una cristiana recién convertida envió una duda, acerca de la fe a un sitio en la red que responde a preguntas. Decía, «Tengo luchas con la afirmación de otros cristianos de que Jesucristo es el único camino al cielo y a Dios. ¿Que pasara con aquellos que tienen otras creencias?»

Este tipo de pregunta nos desafía a examinar nuestra opinión de Jesús. Un repaso de las Escrituras de Jesús y de Su carácter único nos puede ayudar a mantenernos firmes en nuestra creencia de que El es el único camino.

Jesús no tiene par en la historia. “Porque en él [Jesús] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9). Su ser mismo nos clama que encomendemos nuestras vidas a Él. Jesucristo es:
Único en sustancia: Solo El es ambos Dios y hombre (Juan 10:30). Único en profecía: La vida de ningún otro líder fue profetizada con tanta claridad y exactitud (Miqueas 5:2). Único en misión: Solo Jesús vino a salvarnos de nuestros pecados (Mateo 1:21). Único en nacimiento: Solo Jesús nació de una virgen (Mateo 1:23). Único en capacidad: Nadie sino Jesús tiene el poder para perdonar pecados (Marcos 2:10). Único en existencia: Solo Jesús existía antes del principio del tiempo (Juan 1:1-2). Único en posición: Nadie más está en igualdad con Dios (Filipenses 2:5-6). Único en reino: Solo Jesús reina para siempre (Hebreos 1:8).

Nadie en la historia es como Jesús. Ningún otro ha resucitado. Solo El merece nuestra confianza, y solo El es el camino hacia Dios<< Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. >> (Juan 14:6)

miércoles, 6 de enero de 2010

Él lo Sabe Todo


A diferencia de David en 2 Samuel 16:12 “A lo mejor el Señor toma en cuenta mi aflicción y me paga con bendiciones las maldiciones que estoy recibiendo“, a nosotros nos gusta tomar venganza, silenciar a nuestros críticos, insistir en que se nos trate con justicia, y en arreglarlo todo. Pero David les dijo a aquellos que quisieron defenderlo: « Déjenlo [a Simei]  que me maldiga,  pues el Señor se lo ha mandado» (v. 11NVI).
Me parece que, a medida que pasan los años, nos hacemos más conscientes del amor protector de Dios, al igual que David. Nos preocupamos menos por lo que los demás digan acerca de nosotros y estamos más dispuestos a entregarnos a nuestro Padre. Aprendemos la humilde sumisión a la voluntad de Dios.
Por supuesto, podemos pedirles a nuestros oponentes que justifiquen sus acusaciones, o podemos recibirlos con una rotunda negación si nos acusan falsamente. Pero cuando hemos hecho todo lo que podemos hacer, lo único que queda es esperar pacientemente hasta que Dios nos justifica.
Mientras tanto, es bueno ver más allá de las palabras de aquellos que nos difaman a la voluntad de Aquel que nos ama con amor infinito. Necesitamos decir que lo que sea que Dios permita para nosotros es Su bien máximo para nosotros o para los demás, aun cuando nuestros corazones se hagan pedazos y derramemos lágrimas amargas.
Tú estás en las manos de Dios, sin importar lo que los demás digan acerca de ti. El ve tu angustia, y con el tiempo te pagara con bien. Confía en El y permanece en Su amor.

martes, 5 de enero de 2010

LA ESPERA


Cualquier madre puede decirte que la espera para dar a luz es una experiencia que forma paciencia. Pero compadece a la pobre madre elefante. ¡Toma alrededor de 22 meses para que un bebé elefante se geste hasta llegar al momento de su nacimiento! El tiburón conocido como el pez lija tiene un periodo de gestación de 22-24 meses. Y a altitudes superiores a los 1.500 metros, ¡la salamandra alpina resiste un periodo de gestación de hasta 38 meses!

Abraham podría haberse identificado con estos ejemplos de la naturaleza. En su ancianidad, el Señor le había prometido: «Haré de ti una nación grande» (Génesis 12:2). Pero, a medida que los años pasaban, Abraham cuestionaba cómo sería posible el cumplimiento de la promesa sin siquiera la piedra de cimiento básica de un hijo (Génesis 15:2). Así que Dios lo tranquilizó, « un hijo tuyo será el que te heredará.» (Génesis 15:4).

A pesar de lo avanzado de su edad, Abraham creyó a Dios y fue llamado justo (Génesis 15:6). Pero esperó 25 años desde el momento de la promesa inicial hasta el nacimiento de Isaac (Génesis17:1,17).

Parte de la confianza en Dios se basa en esperar el cumplimiento de Sus promesas. Sin importar cuán larga sea la demora, debemos esperarlo. Tal y como nos lo recuerda el autor de Hebreos, "mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió" (Hebreos 10:23)

lunes, 4 de enero de 2010

NUESTRA MORADA




Cuando Abraham tenía 75 años, Dios lo llamó para que dejara el país de su padre. Y así, avanzado en años, partió hacia la tierra de Canaán. Estaba desarraigado, sin hogar, «sin saber a dónde iba» (Hebreos 11:8). Esa fue la historia de la vida de Abraham.

La edad trae cambio e incertidumbre. Significa la transición de un pasado familiar a un futuro incierto. Puede significar el traslado del hogar familiar a un lugar más pequeño, a la casa de alguna hija, a algún asilo o  algún hogar de reposo -el “centro vacacional final”. Al igual que Abraham, algunos de nosotros nos abrimos paso de un lugar a otro, siempre viajando y sin saber a dónde vamos o cuánto tiempo estaremos en algún lugar.

Pero podemos estar en casa en cualquier lugar, por cuanto nuestra seguridad no radica en  donde vivimos sino en Dios mismo. Podemos habitar «al abrigo del Altísimo» y morar «a la sombra del Omnipotente» (Salmo 91:1). Allí, en Su presencia y bajo Sus alas, hallamos refugio (v.4). El Dios eterno se convierte en nuestra habitación (v.9).

Aunque puede que nuestra morada aquí en la tierra sea incierta, Dios será nuestro compañero y amigo hasta que terminen nuestros días de viaje y lleguemos al verdadero hogar de nuestro corazón -el cielo. Hasta ese día, iluminemos a otros viajeros con la luz de la amorosa bondad de Dios

domingo, 3 de enero de 2010

UNA PERSPECTIVA ETERNA




En la película Gladiador, el General Máximo Décimo Meridio busca estimular a su caballería para que luche bien en la inminente batalla contra Germania. Dirigiéndose a sus tropas, las desafía a dar lo mejor de sí. Hace esta profunda declaración: «Lo que hacemos en la vida resuena en la eternidad».
Estas palabras provenientes de un líder militar de la ficción transmiten un poderoso concepto de vital importancia para los creyentes en Cristo. No estamos simplemente tomando tiempo y espacio sobre una esfera azul que está flotando en el universo. Estamos aquí con la oportunidad de que nuestras vidas marquen una diferencia en la eternidad.
Jesús mismo dijo, « Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar.». (Mateo 6:20 DHH). Tener la perspectiva de vivir para la eternidad puede significar toda la diferencia en este mundo.
¿Cómo podemos aprender a fijar nuestras mentes «en las cosas de arriba»? (Colosenses 3:2 ). Una buena manera de comenzar a hacerlo es descubrir lo que tiene más valor para nuestro Dios eterno. A través de las páginas de la Biblia, Él nos recuerda que valora a las personas por encima de las posesiones y a nuestro carácter por encima de nuestro desempeño. Esas son las verdades que perduran para siempre. Aceptarlas puede traer una perspectiva eterna a nuestro vivir diario.

sábado, 2 de enero de 2010

Escape Del Miedo


En nuestro mundo cada vez más peligroso, piensa en todo aquello a lo que tenemos que temer: amenazas terroristas que no presagian nada bueno, tasas de criminalidad aterradoras, políticos corruptos, desastres naturales cada vez mayores, crisis de energía aleccionadoras, . . . Dios.
Sí, Dios. ¿Irónico, no es cierto que en un mundo lleno de cosas atemorizantes, la única fuente de nuestro refugio y seguridad es también Aquél a quien se nos manda temer?
Considera las palabras de Salomón: «En el temor del SEÑOR hay confianza segura, y a los hijos dará refugio.» (Proverbios 14:26). Luego considera el versículo que le sigue: «El temor del SEÑOR es fuente de vida.»
Tratamos de evitar las cosas atemorizantes de la vida porque interrumpen nuestra paz. Pero se nos dice que vayamos hacia el temor - el temor de Dios. Para aquéllos que «teméis al SEÑOR, . . . El es vuestra ayuda y vuestro escudo» (Salmo 115:11).
Nuestra fe en Dios nos puede librar de los temores del mundo (Salmo 23:4) - pero sólo porque nuestra fe se apoya en un temor que es diferente al temor del mundo. Proverbios 29:25 dice, «El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el SEÑOR estará seguro.»
Temer a Dios es percibir Su carácter de imponente. Cuando reconocemos esa grandeza y confiamos en Él, ya no queremos pecar contra Él. Dios se convierte en nuestro refugio de los temores de este mundo. En Él encontramos paz

viernes, 1 de enero de 2010

Felicidades

FELIZ AÑO NUEVO 



1Cr 16:23  "Canten al Señor,  habitantes de toda la tierra;
anuncien día tras día su salvación."