miércoles, 12 de junio de 2013

COMIDA RAPIDA

Mi esposa Lucy cocina delicioso y al pasar a la mesa con la familia solia decirle a mi hijo: «¡Carlos, comes demasiado rápido! Masticala, disfruta la comida». Por lo general, el terminaba de comer mucho antes, porque yo me tomo tiempo para saborear cada bocado.

Me pregunto ¿cuántos nos apuramos al leer la Palabra de Dios y no la saboreamos?. Sobre esto, el salmista declaró: «¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca» (Salmo 119:103). ¡Cómo me gusta esto!

¿Qué beneficios tiene deleitarse en la rica comida de las Escrituras? Alimentarse