martes, 8 de octubre de 2013

PROCLAMA SUS MARAVILLAS

Me encanta un video de YouTube, donde un grupo de personas en el patio de comidas de un centro comercial y en medio de sus rutinas fue repentinamente interrumpido por alguien que empezó a cantar el Aleluya de Händel.

Para escuchar el video pausa la alabanza

Para sorpresa de todos, alguien se puso de pie y se unió al canto, y después otro y otro más. Al poco tiempo, el lugar resonaba con los inolvidables acordes de esta obra maestra de la música. Una empresa local de ópera había ubicado a sus cantantes en lugares estratégicos, para que pudieran interpolar con gozo la gloria de Dios en la vida diaria de los compradores.
Cada vez que miro el video, se me salen las lágrimas. Me recuerda que somos

jueves, 3 de octubre de 2013

SECUELAS

Un joven, que constantemente se metía en problemas, siempre pedía perdón a los padres cuando lo reprendían. A pesar del daño que les había hecho con su mal proceder, al poco tiempo volvía atrás y se portaba mal otra vez, porque sabía que lo perdonarían.
Un día al final, el padre lo llevó al garaje para hablar. Tomó un martillo y clavó un clavo en la pared. Luego le dijo a su hijo que tomara el martillo y sacara el clavo.
El muchacho se encogió de hombros, tomó el martillo y arrancó el clavo trayendo con el un poco de yeso.
—El perdón es así, hijo. Cuando haces algo malo, es como clavar un clavo. Perdonar es como sacar ese clavo.
—Claro— dijo el muchacho.
—Ahora toma el martillo y ¨saca¨ el agujero que hizo el clavo— agregó su padre.
—¡Es imposible!— dijo el joven. —No se puede sacar.