Feliz
cumpleaños a mí, feliz cumpleaños a mí, feliz cumpleaños querido… feliz
cumpleaños a mi
Después de
tararear la «canción de cumpleaños» por segunda vez, cerré el grifo del agua .
Se ha dicho que cantar esta canción dos veces mientras uno se lava las manos
(aproximadamente 30 segundos) es una buena manera de quitar todas las
bacterias. Pero el efecto no dura. Hay que repetir este proceso cada vez que se
contaminan.
En el
Antiguo Testamento, el pueblo de Dios ofrecía sacrificios una y otra vez para
cubrir sus pecados, pero la sangre de los animales no podía «quitar los
pecados» de manera definitiva (Hebreos
10:11). ¡Sólo la sangre preciosa de Cristo podía hacerlo!
• fue una
vez y para siempre: a diferencia de los sacrificios de animales que se ofrecían
«continuamente cada año» (vv. 1,
2,
3,10).
• Nos limpia
completamente de toda culpa y pecado: no como la sangre de los animales que era
un recordatorio de la condenación por el pecado, y de que nunca podía quitarlos
(vv.
11).
«Porque con
una sola ofrenda [Cristo] hizo perfectos para siempre a los santificados» (v.
14). Sólo por medio de Jesús podemos ser declarados limpios por completo.
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