
La niña tiene sólo dos años, así que, ¡sin lugar a dudas su agenda no estaba repleta de actividades!
Me pregunto si, a veces, Dios no se sorprende un poco cuando nos oye cómo respondemos a
Sus mandatos.
Por ejemplo, cuando Jesús dice: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados» (Mateo 11:28), y nosotros respondemos: «No puedo más. Tengo tantos problemas y dificultades», me pregunto qué piensa Él. Cuando indica: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios» (Salmo 46:10), y nosotros contestamos: «No tengo lugar para ti en mi agenda», ¿qué pensará? Cuando declara: «Sed santos, porque yo soy santo» (1 Pedro 1:16), y nosotros decimos: «Pero el mundo parece ser muy divertido», ¿qué sentirá?
Dios ha hablado y obedecer es la mejor manera de honrarlo por lo que ha hecho por nosotros y de mostrarle cuánto lo amamos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario