La abuela en el estrado
El fiscal llama al estrado a su primera testigo, una mujer de avanzada edad y le preguntó: – Sra. Fortunati: ¿sabe quién soy?
Ella respondió: – Sí, claro que lo conozco señor. Lo conozco desde que era usted un niño y francamente le digo que usted resultó ser una gran decepción para sus padres. Siempre
miente, cree saber de todo, es muy prepotente, abusivo, engaña a su esposa y lo peor de todo, manipula a las personas. Se cree el mejor de todos cuando en realidad es un pobre hombre. Sí que lo conozco….Ella respondió: – Sí, claro que lo conozco señor. Lo conozco desde que era usted un niño y francamente le digo que usted resultó ser una gran decepción para sus padres. Siempre
El Abogado se quedó perplejo, y sin saber exactamente qué hacer, apuntando hacia la sala, le preguntó a la sra. Fortunati: -¿Conoce al abogado de la defensa?
Nuevamente ella respondió: -¡Claro que sí! También le conozco desde que era un niño. Él es medio flojo y medio raro, y tiene problemas con la bebida. No puede tener una relación normal con nadie y es el peor abogado del Estado. Sin mencionar que engañó a su esposa con tres mujeres diferentes, una de ellas la esposa suya, ¿recuerda? Su mamá tampoco está orgullosa de él.
El abogado de la defensa casi cae muerto y entonces, el Juez llama rápidamente a los dos abogados para que se acerquen al estrado, y les dice:
-Si alguno de los dos, le pregunta a esa vieja si me conoce, ¡los mando a la silla eléctrica a los dos!
-Si alguno de los dos, le pregunta a esa vieja si me conoce, ¡los mando a la silla eléctrica a los dos!
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