Si te es posible,
Dedícalo a mí.
A cambio de mi vida entera
O lo que me queda
Y que te ofrezco yo.
Atiende preferentemente
A toda esa gente
Que te pide amor.
Pero el tiempo que te quede libre
Si te es posible
Dedícalo a mí.
No importa que sean dos minutos
O si es uno solo
Yo seré feliz;
Con tal de que vivamos juntos
Lo mejor de todo
Dedicado a mí.
Y luego cuando te reclamen
Y otra vez te llamen
Volveré a decir:
El tiempo que te quede libre
Si te es posible dedícalo a mí.
¡NO, NO, NO! No te equivoques NO es palabra de Dios dada a su Pueblo, es la letra de una canción de
María Dolores Pradera pero que desgraciadamente muchos “Cristianos” la han aplicado a su vida como el décimo primer mandamiento (onceavo, para que lo entiendan algunos) Oran cuando pueden y como quieren, leen la biblia cuando se acuerdan y sus actividades diarias se lo permiten y no se diga ir a la Iglesia el domingo
María Dolores Pradera pero que desgraciadamente muchos “Cristianos” la han aplicado a su vida como el décimo primer mandamiento (onceavo, para que lo entiendan algunos) Oran cuando pueden y como quieren, leen la biblia cuando se acuerdan y sus actividades diarias se lo permiten y no se diga ir a la Iglesia el domingo
- Hay no pudimos ir el domingo porque nos llego visita
- No fuimos el domingo porque los niños estaban insoportables
- Salimos a un mandado y se nos hizo tarde
- El carro no quiso prender
-Andaba muy cansado y decidimos mejor quedarnos en casa “pero estuvimos orando y escuchando alabanzas”
-Traía dolor de panza y pensé ¿Qué tal que me gane en el camino?
-La verdad me dio vergüenza porque me acabe todo el dinero y pensé ¿Qué voy a dar cuando pidan la ofrenda? ¡Mejor no voy!
-Se me junto la ropa y me quede a lavar
-No me lo va a creer ¡No me acorde!
-Estaba viendo Enlace (canal de televisión cristiano) y cuando me di cuenta, ya era bien tarde
-Etc. Etc. Etc.
Hasta cuando Hermano, Hasta cuando harás un verdadero compromiso con Dios.
“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido”.
Romanos 1:21
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