Tres maestros de secundaria de una ciudad del Medio Oeste norteamericano fueron atrapados desprevenidos por un estudiante que estaba filmando a escondidas. El lente de la cámara se enfocó en algunas acciones que indicaban que había que reprobar a los tres mentores.
Uno de ellos permitía que los estudiantes jugaran a los dados en la parte trasera del aula mientras él daba clases. Otro leía una revista mientras sus pupilos estaban totalmente descontrolados. Y a la tercera estrella del video, unos estudiantes lo habían sentado de espaldas en una silla.
Los tres maestros fueron suspendidos. La cámara definitivamente no fue buena con ellos.
Las cámaras pueden revelar lo bueno y lo malo. ¿No hubiera sido fantástico si a estos maestros los hubieran «atrapado» dirigiendo y dando clases debidamente?
Esto plantea lo siguiente: todos necesitamos aprender de lo que pasó con esta lente. Se descubrió que esos maestros necesitaban dirección. Necesitaban a un director que les señalara sus debilidades y los ayudara a corregir sus deficiencias. De la misma forma, nosotros necesitamos a alguien que se centre en nuestros pensamientos y acciones y nos dé dirección bíblica, alguien que nos anime a esforzarnos para alcanzar la excelencia y nos ayude a trabajar en nuestras debilidades.
En Hechos 14 vemos a Pablo y a Bernabé «confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que permanecieran en la fe». Más tarde el pasaje dice que estos dos maestros pasaron mucho tiempo visitando y disciplinando otro grupo de creyentes.
Es importante que tengas una relación como esa con un cristiano que sea más maduro a menudo también mayor que tú espiritualmente. A medida que él o ella te ayuden a crecer en tu conocimiento de Dios y de su Palabra, y a descubrir tus faltas, tu vida espiritual se va a acelerar.
Así que pídele a Dios que te ayude a encontrar a alguien que pueda ser un Pablo o un Bernabé para ti. Si no lo haces, tu vida puede terminar siendo buena para una sala de montaje. Y la cámara, no siempre es amable.
Uno de ellos permitía que los estudiantes jugaran a los dados en la parte trasera del aula mientras él daba clases. Otro leía una revista mientras sus pupilos estaban totalmente descontrolados. Y a la tercera estrella del video, unos estudiantes lo habían sentado de espaldas en una silla.
Los tres maestros fueron suspendidos. La cámara definitivamente no fue buena con ellos.
Las cámaras pueden revelar lo bueno y lo malo. ¿No hubiera sido fantástico si a estos maestros los hubieran «atrapado» dirigiendo y dando clases debidamente?
Esto plantea lo siguiente: todos necesitamos aprender de lo que pasó con esta lente. Se descubrió que esos maestros necesitaban dirección. Necesitaban a un director que les señalara sus debilidades y los ayudara a corregir sus deficiencias. De la misma forma, nosotros necesitamos a alguien que se centre en nuestros pensamientos y acciones y nos dé dirección bíblica, alguien que nos anime a esforzarnos para alcanzar la excelencia y nos ayude a trabajar en nuestras debilidades.
En Hechos 14 vemos a Pablo y a Bernabé «confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que permanecieran en la fe». Más tarde el pasaje dice que estos dos maestros pasaron mucho tiempo visitando y disciplinando otro grupo de creyentes.
Es importante que tengas una relación como esa con un cristiano que sea más maduro a menudo también mayor que tú espiritualmente. A medida que él o ella te ayuden a crecer en tu conocimiento de Dios y de su Palabra, y a descubrir tus faltas, tu vida espiritual se va a acelerar.
Así que pídele a Dios que te ayude a encontrar a alguien que pueda ser un Pablo o un Bernabé para ti. Si no lo haces, tu vida puede terminar siendo buena para una sala de montaje. Y la cámara, no siempre es amable.
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