
Es
importante que los padres den un buen ejemplo porque sus hijos los están
observando. Los padres creyentes pueden fomentar buenos hábitos y un
comportamiento apropiado haciendo cosas como estas:
• Orar por y
con ellos, para que aprendan a caminar con Dios. «Perseverad en la oración,
velando en ella con acción de gracias» (Colosenses
4:2).
• Leerles la
Biblia y enseñarles de ella, para que aprendan la verdad de Dios. «Y las
[palabras de Dios] repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu
casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes» (Deuteronomio
6:7).
• Contarles
acerca de Jesús, y guiarlos a poner su fe en Él. «… el que no naciere de nuevo,
no puede ver el reino de Dios» (Juan
3:3).
La mejor
manera de darles un buen ejemplo a nuestros hijos es practicar nuestra fe
delante de ellos. Mientras miran, aprenden qué es lo más importante.
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