Las mentiras corroen la confianza
Los mentirosos cuando cuentan con nuestra confianza. En primer lugar, triunfan al seducir nuestra confianza y luego al violar esa confianza. Después, asumen control penetrando en nuestra realidad y nos imponen la realidad de ellos. Nos dicen que lo que vemos, creemos, oímos y sentimos es falso. Y porque queremos creer, dejamos en suspenso nuestra incredulidad y creemos, una vez más.
Las mentiras nos apartan de nuestra búsqueda de la verdad y desintegran nuestra integridad. El engaño es como una violación física pero invisible. En vez de ser un ataque físico, las mentiras atacan la mente y hacen impacto en el espíritu. En vez de perder la virginidad, uno pierde la inocencia. Uno ya nunca vuelve a ver al mentiroso como solía verlo. Si el mentiroso es alguien ante quien hemos desnudado nuestro cuerpo o nuestra alma, por ejemplo una relación marital, el dolor nos llega a inmovilizar. Uno comienza a dudar de uno mismo y comienza a cuestionarse en cuanto a los conceptos aprendidos sobre amar y confiar.
Los mentirosos cuando cuentan con nuestra confianza. En primer lugar, triunfan al seducir nuestra confianza y luego al violar esa confianza. Después, asumen control penetrando en nuestra realidad y nos imponen la realidad de ellos. Nos dicen que lo que vemos, creemos, oímos y sentimos es falso. Y porque queremos creer, dejamos en suspenso nuestra incredulidad y creemos, una vez más.
Las mentiras nos apartan de nuestra búsqueda de la verdad y desintegran nuestra integridad. El engaño es como una violación física pero invisible. En vez de ser un ataque físico, las mentiras atacan la mente y hacen impacto en el espíritu. En vez de perder la virginidad, uno pierde la inocencia. Uno ya nunca vuelve a ver al mentiroso como solía verlo. Si el mentiroso es alguien ante quien hemos desnudado nuestro cuerpo o nuestra alma, por ejemplo una relación marital, el dolor nos llega a inmovilizar. Uno comienza a dudar de uno mismo y comienza a cuestionarse en cuanto a los conceptos aprendidos sobre amar y confiar.
«Una mentira exitosa es una mentira doble; un error que debe corregirse es una carga más pesada que la verdad»
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