La persona promedio puede que no conozca la palabra «apología». La misma significa «justificación o defensa formal». Pedro dijo que los cristianos deben estar «siempre preparados» para dar razón de su esperanza en Cristo Jesús (1Pedro3:15). Todos debemos estar listos para dar una justificación de nuestra fe: esto es, una «apología» de nuestra fe.
Donde se oye mucho la palabra «apología» es en seminarios y universidades cristianas que ofrecen clases de apologética, ciencia que enseña a hacer una defensa sólida de la validez de las creencias cristianas. Pero Pedro obviamente no estaba hablando sólo a eruditos bíblicos. Estaba hablando a todos los creyentes.
¿Estás listo para defender tu fe? Más importante aún: ¿estás listo para defender tu fe con «mansedumbre y reverencia» como dijo Pedro? A veces, los cristianos a quienes les gusta discutir hacen más daño que bien cuando supuestamente «defienden su fe» intentando clavar a la otra persona a la pared con el martillo de la lógica fría.
El cuadro que Pedro pintó para nosotros es el de un cristiano humilde cuya conducta es tan buena y cuyo espíritu tan cálido y amoroso, que la gente en realidad se siente compelida a preguntar: «¡Oye! ¿Por qué eres tan amable? ¿Eres religioso o algo así?» Eso es lo que se llama una puerta abierta para hablar de tu fe.
Entonces, piensa en las razones por las que una persona querría creer en Cristo.
Lee un libro o un artículo en la Internet sobre apologética. Lee tu Biblia para que te familiarices con versículos clave que expliquen los principios básicos de salvación. Entonces estarás preparado cuando te llamen a presentar una «apología».
¿Estás listo para defender tu fe? Más importante aún: ¿estás listo para defender tu fe con «mansedumbre y reverencia» como dijo Pedro? A veces, los cristianos a quienes les gusta discutir hacen más daño que bien cuando supuestamente «defienden su fe» intentando clavar a la otra persona a la pared con el martillo de la lógica fría.
El cuadro que Pedro pintó para nosotros es el de un cristiano humilde cuya conducta es tan buena y cuyo espíritu tan cálido y amoroso, que la gente en realidad se siente compelida a preguntar: «¡Oye! ¿Por qué eres tan amable? ¿Eres religioso o algo así?» Eso es lo que se llama una puerta abierta para hablar de tu fe.
Entonces, piensa en las razones por las que una persona querría creer en Cristo.
Lee un libro o un artículo en la Internet sobre apologética. Lee tu Biblia para que te familiarices con versículos clave que expliquen los principios básicos de salvación. Entonces estarás preparado cuando te llamen a presentar una «apología».
No hay comentarios.:
Publicar un comentario