sábado, 18 de septiembre de 2010

RESPUESTAS A LOS CATÓLICOS Autor: Marco De Vivo

¿Sobre quien se funda la Iglesia? 

Pedro mismo explica que la cabeza de la Iglesia es Cristo: "Él es la piedra que despreciaron los edificadores, y llega a ser la piedra angular. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en quien podemos ser salvos" (Hechos 4:10-12).

En el Evangelio de Mateo nosotros leemos: "Y él les dijo: "¿Y ustedes quien dice que yo soy? Simón Pedro contestando dijo: Tu eres el Cristo el Hijo del Dios viviente. Respondiendo Jesús le dijo: Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo revelo carne ni sangre sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo: tu eres Pedro y sobre esta roca edificare mi Iglesia" (Mateo 16:14-18). La Iglesia católica romana, interpretando esto afirma que la" piedra", esto es la base de la Iglesia es Pedro y en la interpretación errónea de este pasaje funda y justifica el papado.

Los Cristianos evangélicos interpretan este pasaje a la luz de otros pasajes de la Biblia que tratan el mismo asunto. En la Palabra de Dios nosotros leemos: "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que esta puesto esto es Cristo Jesús" (1 Corintios 3:11; vea 1 Pedro 2:4-8). El mismo Cristo, afirma ser “la piedra" (Marco 12:1-11).
Volviendo al pasaje de Mateo 16:14-18, aparece claramente que la" piedra" de la que Cristo habla no es Pedro pero su confesión de fe en Cristo mismo. De hecho, Pedro dice: "Tu eres el Cristo, el hijo del Dios viviente".

La idea del papado que se fundamenta en la interpretación errónea de este sólo pasaje bíblico, ha adquirido importancia poco a poco durante los siglos. En cuanto a la infalibilidad de la papa, esta dogma se promulgó sólo en 1870, a pesar de la oposición fuerte dentro del mismo Catolicismo. ¿Qué Pedro, el primer papa según la tradición católica, fuera infalible es bien lejano de la realidad, los siguientes pasajes bíblicos demuestran, como en reiteradas oportunidades "era condenar": Gálatas 2:11-14; Mateo 26:69-75).
 

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