En 1953, un negocio que estaba comenzando, llamado Compañía Química Rocket, y su plantilla, que consistía en tres personas, se embarcaron en la creación de una línea de solventes y desengrasantes anticorrosivos para ser usados en la industria aeroespacial. Perfeccionar su fórmula les costó cuarenta intentos. La formula secreta original para el WD-40 -que son las siglas en inglés para Desplazamiento de Agua, intento No. 40- sigue en uso hoy en día.
¡Qué historia de persistencia! El Evangelio de Mateo registra otra historia de osada persistencia. Una mujer cananea tenía una hija que estaba poseída por un demonio. No tenía esperanza para su hija, hasta que supo que Jesús estaba en la región.
Esta desesperada mujer vino a Jesús con su necesidad porque creía que Él podía ayudarla. Clamó a Él aun cuando todo y todos parecían estar en su contra, la raza, el trasfondo religioso, el género, los discípulos, Satanás, y aparentemente incluso Jesús mismo (Mateo 15:22-27). A pesar de todos estos obstáculos, ella no se rindió. Con persistencia, se abrió camino a empujones a través de la dificultad, la necesidad desesperada y el rechazo. ¿El resultado? Jesús la alabó por su fe y sanó a su hija (v. 28).
A nosotros también se nos invita a acercarnos a Jesús con ardua persistencia. Si seguimos pidiendo, buscando y llamando a la puerta, encontraremos gracia y misericordia en nuestro tiempo de necesidad.
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