Este encabezamiento se toma por turno, de modo que la bandada recorre largas distancias sin detenerse. ¡Qué solidaridad! Hasta se piensa que el constante vocerío de la bandada alienta a los gansos más débiles. Si un ganso está cansado, otro lo acompaña hasta el suelo y lo espera hasta que pueda volver a volar. Esta notable cooperación contribuye especialmente a la supervivencia y al bienestar de todos.
Para nosotros los cristianos, el que está al frente, nuestro Guía y Pastor, es el Señor Jesús. Por supuesto que, al contrario del ganso, Él nunca se cansa. Él desea que nos amemos unos a otros con un amor verdadero, práctico y solícito. Con el apoyo de mis hermanos cristianos puedo ir más lejos que si fuera solo. Los esfuerzos que hago confiando en el Señor Jesús y dependiendo de Él son una ayuda para la familia de la fe. La vida cristiana es un andar, una carrera y un vuelo colectivo hacia Aquel que nos precedió en la gloria: el Señor Jesús.
Refleccion toma de: www.LaBuenaSemilla.net
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