¿Alguna vez has observado a las personas en un lugar turístico? En lugares como las pirámides de Teotihuacán, Palenque, o el santuario de la mariposa Monarca, los visitantes fuerzan al máximo el cuello para tener una mejor vista. Algunos llaman a esto « estar a la mira » o su sinónimo «observar con curiosidad ».
La Biblia nos dice que tal fascinación también continúa en los lugares celestiales. El apóstol Pedro echa atrás la cortina del cielo para dejarnos ver a los ángeles que miran el plan de redención de Dios: «cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar» (1 Pedro 1:12). La palabra griega traducida para «mirar» significa «agacharse y mirar cuidadosamente con curiosidad».
¿Pero por qué los ángeles están tan fascinados con la salvación del hombre? La explicación más probable es que están sorprendidos ante la asombrosa manera en que Dios resolvió el problema del pecado (Efesios 3:8-12). La cruz fue el medio por el que Dios proveyó a Su Hijo como el sustituto justo para pagar el castigo por el pecado mientras mantenía Su norma santa (Romanos 3:19-31). Dios ahora provee redención a todo ser humano que se arrepienta, crea y la reciba.
¿Estás agradecido por tu salvación? ¡Los ángeles lo están! Se regocijan cada vez que un pecador se arrepiente y pone su fe en Cristo (Lucas 15:10).
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