Ray Kurzweil es un extraordinario cientifico e inventor estadounidense, de 60 años, ingiere diariamente 250 comprimidos. Según cree, necesita llegar vivo al 2029, ya que para ese entonces se podrá transferir su mente a una máquina y convertirse en inmortal. ¿Logrará su objetivo?
No se trata de un chiflado sino de un miembro respetado de la comunidad empresarial.
En contraste a este optimismo en cuanto a lo que la ciencia puede hacer esta el realismo de Moises. «Los dias de nuestra vida llegan a setenta años; y en caso de mayor vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es solo trabajo y pesar» (Salmos 90:10). En el mejor de los casos vivimos unas cuantas decadas, y luego nos vamos como el cesped en el parque.
Es muchisimo mejor confiarnos a Jesus, quien promete unirnos a la vida eterna de Dios. El les dijo a Sus discipulos, «Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendre otra vez y os tomare conmigo; para que donde yo estoy, alli esteis tambien vosotros» (Juan 14:3).
Los seguidores de Cristo vivimos con la seguridad de que cuando el sol haya dado su ultimo rayo de calor y las estrellas se hayan caido del cielo, nosotros estaremos vivos. Esperamos una vida mas grandiosa que cualquier otra cosa que podriamos imaginar en nuestros sueños mas descabellados.
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