Un Aporte de : Herbert Vander
Martha, una mujer de 26 años con ELA (esclerosis lateral amiotrófica) necesita ayuda. Cuando un grupo de damas de Evanston, Illinois, escucharon sobre ella, saltaron a la acción. Comenzaron a darle atención y cuidado las 24 horas del día. La bañaban, la alimentaban, oraban por ella, y le dieron testimonio. Martha, que no había recibido a Cristo como su Salvador y no podía entender cómo un Dios de amor podía haber dejado que ella tuviera ELA, vio Su amor en estas mujeres y finalmente se hizo cristiana. Hoy, Martha está con el Señor porque 16 mujeres, siguiendo el ejemplo de Jesús, personificaron el amor de Dios.
El amor de Dios quedó visiblemente demostrado en Jesús cuando Él estuvo aquí en la tierra. Al inclinarse a lavarles los pies a Sus discípulos, Él reflejó el paso de sumisión que tomó cuando dejó el cielo y se hizo hombre. Sanó a los enfermos y soportó el amargo odio como Su recompensa. Murió como un criminal en una cruz romana. Su resistencia y estos actos de amabilidad reflejan el amor de Dios, por cuanto Jesús dijo, «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Juan 14:9).
Jesús ya no está con nosotros en Su cuerpo físico —ahora se sienta a la diestra de Dios en el cielo. Así que, si el amor de Dios ha de personificarse hoy, esto debe hacerse a través de los cristianos. ¿Se personifica a través de ti?
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