En la granja de un amigo había ciertos campos que el sembraba a mano. Se sujetaba un morral de lona con una correa que se veía algo así como la bolsa de un canguro, lo llenaba de semillas, y salia a sembrar. Echaba semillas por todas partes.
Cuando un granjero siembra semilla en su campo, se ve como si estuviera desperdiciándola. Parece que se pierde, pero en realidad no es así. A su debido tiempo, el granjero la recibe con mucho mas además de ella.
Cuando nos entregamos a Cristo, puede que a las personas les parezca que estamos desperdiciando nuestra vida. Pero El dijo que es solo por perder nuestras vidas en El que encontramos la verdadera vida (Mateo 10:39).
Jesús nos ensena a medir nuestras vidas por medio de perdidas en vez de ganancias, por medio de sacrificios en vez de la conservacion, por medio del tiempo invertido en los demás en vez del tiempo prodigado a nosotros mismos, por medio del amor vertido hacia fuera en vez del amor vertido hacia adentro.
Es una regla de vida: Dios bendice a aquellos que dan de sus vidas y recursos (2 Corintios 9:6). Anuncia la verdad que conoces, y El te dará mas para regalar. Da de tu tiempo, y tendrás mas tiempo para dar. No pongas limites a tu amor, y tendrás mas amor para los demás que antes.
El sabio de Israel dijo, «Hay quien reparte, y le es añadido mas» (Proverbios 11:24). Es una de las paradojas mas antiguas del mundo, pero es verdadera.
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