En Lucas 2 nos narra el motivo del viaje de José y María al pueblo de Belén y que al llegar ahí se cumplió el tiempo de alumbramiento, que difícil debió de haber sido para ellos estar solicitando un lugar donde quedarse en esas circunstancias, nos narra Lucas que en el mesón no había lugar y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre.
Imaginando la urgencia por el que estaban pasando en esos momentos como pareja, no creo que solamente hayan buscado en el mesón, viendo la situación en la que estaba su esposa supongo que a de haber tocado varias puertas solicitando ayuda, quien los pudiera recibir, quien quisiera abrir las puertas para que el mesías naciera en su casa.
En estos días en que el mundo festeja la Navidad la historia se repite pero ahora no es José quien toca, hoy es Jesús mismo quien lo hace.
<< He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.>>Apocalipsis3:20
Ábrele las puertas de tu corazón, El trae el mejor regalo que pudieras recibir “Un regalo de vida eterna”
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