miércoles, 6 de enero de 2010

Él lo Sabe Todo


A diferencia de David en 2 Samuel 16:12 “A lo mejor el Señor toma en cuenta mi aflicción y me paga con bendiciones las maldiciones que estoy recibiendo“, a nosotros nos gusta tomar venganza, silenciar a nuestros críticos, insistir en que se nos trate con justicia, y en arreglarlo todo. Pero David les dijo a aquellos que quisieron defenderlo: « Déjenlo [a Simei]  que me maldiga,  pues el Señor se lo ha mandado» (v. 11NVI).
Me parece que, a medida que pasan los años, nos hacemos más conscientes del amor protector de Dios, al igual que David. Nos preocupamos menos por lo que los demás digan acerca de nosotros y estamos más dispuestos a entregarnos a nuestro Padre. Aprendemos la humilde sumisión a la voluntad de Dios.
Por supuesto, podemos pedirles a nuestros oponentes que justifiquen sus acusaciones, o podemos recibirlos con una rotunda negación si nos acusan falsamente. Pero cuando hemos hecho todo lo que podemos hacer, lo único que queda es esperar pacientemente hasta que Dios nos justifica.
Mientras tanto, es bueno ver más allá de las palabras de aquellos que nos difaman a la voluntad de Aquel que nos ama con amor infinito. Necesitamos decir que lo que sea que Dios permita para nosotros es Su bien máximo para nosotros o para los demás, aun cuando nuestros corazones se hagan pedazos y derramemos lágrimas amargas.
Tú estás en las manos de Dios, sin importar lo que los demás digan acerca de ti. El ve tu angustia, y con el tiempo te pagara con bien. Confía en El y permanece en Su amor.

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