viernes, 29 de enero de 2010
LA COMPARACIÓN CORRECTA
Narran una anécdota de Napoleón Bonaparte, que al llegar a un hotel, Napoleón se quito la chaqueta e intento colgarla pero el perchero era muy alto para él y su secretario le dijo “Permítame Señor yo soy más grande” y Napoleón de corrigió “No, serás mas alto, pero no más grande.”
Algunas personas en la iglesia erróneamente se consideran gigantes espirituales. Puede que estos «peces grandes en una laguna pequeña» se crean superiores debido a su posición. Pablo escribió acerca de esta auto-promoción equivocada: «Comparándose consigo mismos, carecen de entendimiento» (2 Corintios 10:12).
Puede que otros crean que su crecimiento espiritual está raquítico porque no desempeñan un papel visible. Esto también es un pensamiento equivocado. Algunas veces, puede que aquellos que están experimentando el mayor crecimiento se sientan inferiores a aquellos que mantienen una fachada hipócrita de perfección legalista. Las comparaciones espirituales siempre son insensatas. Sólo el Señor es el verdadero Juez del crecimiento espiritual.
La estatura física no importa, pero sí nuestra posición espiritual. Si te estás sintiendo
espiritualmente superior o inferior, pídele a Dios que te dé la actitud apropiada. Él es el verdadero Juez del corazón
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